Una de las dudas más frecuentes en los tratamientos de reproducción asistida es cómo influye la abstinencia sexual en la calidad seminal. La creencia generalizada es que los períodos largos de abstinencia pueden mejorar la calidad del esperma. Sin embargo, esta teoría está muy lejos de la realidad.
La mayoría de especialistas recomiendan mantener un periodo de abstinencia de unos 2-5 días, aunque la Organización Mundial de la Salud establece un rango de tiempo ligeramente superior, pudiendo llegar a los 7 días. En cualquier caso, se deben seguir las instrucciones de los especialistas para que la calidad seminal sea la mejor posible.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece un período de entre 2 y 7 días de abstinencia como óptimo para conseguir un embarazo. Cuantos más días de abstinencia, peor será la calidad del esperma.
En las clínicas de reproducción asistida, habitualmente, se recomienda una abstinencia de 2 a 5 días antes de:
Si se cumple el periodo de abstinencia establecido por el especialista para esta prueba, se puede conseguir que tanto la calidad como la cantidad seminal sean las idóneas para el procedimiento.
¿Demasiadas pruebas o muy pocas? Muchas pacientes no están conformes con las pruebas de fertilidad que les piden y esto les genera inseguridades y dudas.
La solución la tienes en nuestra guía Fertilidad con Cabeza.
En caso contrario, si se mantiene un periodo de abstinencia inferior a 2 días o superior a 7, entonces la calidad del semen no será buena y disminuirá la probabilidad de éxito.
En el caso de que la abstinencia de eyaculación sea prolongada, se pueden observar una serie de cambios en el seminograma o espermograma básico.
El seminograma es la prueba que se utiliza para analizar la calidad seminal rutinariamente en el varón. ¿Quieres saber cómo se analiza el semen? Descúbrelo aquí: ¿En qué consiste un seminograma?
Algunas de estas modificaciones son las siguientes:
A pesar de que pueda parecer que un aumento en el recuento espermático es beneficioso, un exceso de espermatozoides es perjudicial para la movilidad. Para lograr el embarazo, es necesario que un espermatozoide sea capaz de llegar al óvulo: aunque haya muchos, si ninguno consigue alcanzar el gameto femenino, no podrá ocurrir la fecundación.
Por tanto, la movilidad y el porcentaje de espermatozoides vivos son fundamentales para conseguir la gestación y una disminución en estos parámetros puede afectar negativamente a la fertilidad.
Gracias al desarrollo de pruebas más complejas que el seminograma, se ha determinado que la fragmentación del ADN espermático también aumenta cuanto más largo sea el tiempo de abstinencia sexual.
Esto significa que el material genético de los espermatozoides se rompe, lo que afecta negativamente a la fecundación y al desarrollo embrionario.
En estudios recientes, se ha comprobado que, si solamente se tiene un día de abstinencia, la fragmentación del ADN disminuye significativamente. Por esta razón, para algunos pacientes, puede ser beneficioso disminuir a un día la abstinencia eyaculatoria.
Manteniendo los días de abstinencia adecuados, se consigue que la calidad seminal sea lo mejor posible en cada paciente. Esto puede aumentar la probabilidad de que:
Por tanto, vemos que los días de abstinencia son uno de los factores que influyen a la hora de conseguir el embarazo exitosamente. Mientras que periodos prolongados sin sexo pueden empeorar la calidad seminal, mantener relaciones sexuales frecuentes (cada 1-3 días) contribuye a mantenerla estable y aumenta la probabilidad de conseguir la gestación.
Además de los días de abstinencia sexual, hay otros factores de nuestro día a día que pueden influir en la calidad espermática.
No obstante, tampoco hay que obsesionarse con estas recomendaciones. Tanto para la salud de la relación sentimental como para conseguir el embarazo, es más importante que se mantengan relaciones sexuales cuando apetezca que seguir un calendario estrictamente.
Por ejemplo, algunos estudios han relacionado el hecho de llegar al orgasmo con un aumento de las probabilidades de quedarse embarazada. Por tanto, las relaciones sexuales placenteras pueden ser más efectivas a la hora de conseguir la gestación.
Una de las mayores preocupaciones de los hombres cuando desean ser padres es el modo en que los hábitos de vida pueden afectar a su fertilidad y cómo mejorarla.
El deporte es uno de los aspectos más consultados. Son muchos los varones que se plantean si practicar con frecuencia algún deporte puede repercutir negativamente sobre la calidad de sus espermatozoides. Esto no es así, ya que la práctica regular de ejercicio, en general, beneficia.
En los casos de alta competición, el deporte sí que puede ser perjudicial para la calidad seminal, ya que se trata de entrenamientos duros y, normalmente, van asociados a dietas muy restrictivas.
Por otra parte, la ropa demasiado ajustada puede afectar a la producción de espermatozoides debido a que acerca el testículo al cuerpo y esto hace aumentar la temperatura que, en condiciones normales, debe ser inferior a la del resto del organismo.
Lo mismo ocurre con la habitual práctica de apoyar el ordenador portátil en la zona genital: el aumento de temperatura puede afectar a la calidad de los espermatozoides.
Otro hábito que puede disminuir la fertilidad del varón es el consumo de tóxicos, como el tabaco y el alcohol. Además, la administración de algunos tipos de medicamentos y anabolizantes también puede afectar negativamente.
Por último, la dieta mediterránea y, en particular, el consumo de cítricos pueden influir positivamente por su conocida función antioxidante, así como la ingesta de alimentos ricos en componentes con esta función. Por tanto, la alimentación es otro factor relevante para la calidad seminal.
Si necesitas más información acerca de la alimentación en el varón, te recomiendo visitar el siguiente artículo: ¿Qué alimentos pueden mejorar la fertilidad masculina?
La abstinencia sexual no es el tiempo sin mantener relaciones sexuales sino el tiempo sin eyacular. La abstinencia sexual en los tratamientos de reproducción asistida es importante a dos niveles.
En primer lugar, a la hora de valorar el seminograma y en segundo lugar, para evaluar los resultados de las técnicas de reproducción asistida.
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Bárbara Martín, embrióloga en Fertility Madrid, nos cuenta en este vídeo la relación entre la calidad del esperma y los días de abstinencia sexual:
Recomendamos siempre entre dos y tres días de abstinencia. Realmente la abstinencia prolongada es un atraso, ¿por qué? Porque va a aumentar la fragmentación de ADN, va a aumentar las especies reactivas del oxígeno y, por lo tanto, la vitalidad y la calidad seminal se van a ver realmente alteradas.
La abstinencia de 3-5 días previo la realización de un análisis de semen sirve para homogeneizar los resultados de acuerdo a unas características de normalidad.
La abstinencia sexual de larga duración no aporta beneficios al espermatozoide.
Sí, puesto que en ambos tratamientos se necesita que los espermatozoides sean de la mejor calidad posible. Además, tampoco se sabe con exactitud cuántos días son los ideales en cada caso ni para cada paciente, ya que pueden variar ligeramente de uno a otro.
Por ejemplo, en los pacientes con pocos espermatozoides en el eyaculado (oligozoospermia), para que aumente la concentración de espermatozoides, puede ser beneficioso tener uno o dos días más de abstinencia en comparación con los normozoospérmicos (sin ninguna alteración seminal), quienes basta con que estén un día sin relaciones sexuales.
Mantener los días de abstinencia adecuados antes de realizar el seminograma permite que los resultados de la prueba sean fiables. Por ejemplo, si un hombre eyacula dos horas antes de obtener la muestra para analizar, tanto el volumen como la concentración espermática serán inferiores a los que se tendrían si se mantuviera un periodo más largo de abstinencia.
Por tanto, si los días de abstinencia son demasiados o insuficientes antes de realizar el espermiograma, se puede diagnosticar alguna alteración seminal erróneamente e indicar un tratamiento de reproducción asistida inadecuado.
Para que cualquier técnica de reproducción asistida tenga posibilidades de éxito, es necesario que el varón mantenga una abstinencia sexual de al menos 3-5 días.
Si el periodo de abstinencia es inferior al indicado, los resultados del seminograma estarán alterados y disminuirá la tasa de éxito tanto de la inseminación artificial (IA) como de la fecundación in vitro (FIV). De la misma forma, tampoco es recomendable un periodo de abstinencia superior a 5 días puesto que habría una gran cantidad de espermatozoides muertos en la muestra seminal.
Como hemos visto, la calidad seminal es uno de los factores que pueden influir a la hora de conseguir el embarazo. Para descubrir más sobre cómo se examina o qué le puede afectar negativamente, te recomendamos que visites el siguiente enlace: Calidad seminal.
Una de las preguntas que más se plantean los hombres que se someten a tratamientos de reproducción asistida es cómo pueden aumentar la calidad seminal. En el siguiente artículo, te damos algunas recomendaciones para conseguir mejorarla: ¿Cómo puedo aumentar mi calidad espermática?
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