La menstruación está provocada por una serie de señales que produce nuestro organismo a través de conexiones hormonales que hay entre el cerebro y los ovarios, a las que llamamos eje hipotálamo-hipófisis-ovario.
En numerosas ocasiones, las mujeres en edad reproductiva visitan las consultas de ginecología debido a la ausencia o cese anormal del sangrado menstrual. Esto es lo que se conoce como amenorrea y puede estar provocada por diferentes factores.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
La amenorrea se define como la ausencia de menstruación o de regla. Esta alteración puede deberse a un problema ocasional, intermitente o a factores permanentes en la mujer.
Cuando la mujer llega a la etapa de la pubertad, comienza la menstruación, la cual sucede una vez al mes hasta la edad de 45-50 años. Aproximadamente a esta edad, se inicia la menopausia y se detiene el sangrado menstrual. Sin embargo, esta interrupción fisiológica de la menstruación con la llegada de la etapa menopáusica no se considera amenorrea.
De esta forma, la ausencia de la menstruación se puede clasificar en:
Por otro lado, en aquellas mujeres que desean quedarse embarazadas, la frustración, ansiedad y el estrés causado cuando la gestación no se produce, puede provocar la amenorrea. Además, si la ausencia de menstruación se prolonga en el tiempo, el embarazo no se producirá y ello aumenta a su vez el grado de ansiedad, creándose así un círculo vicioso negativo.
Si llevas con tu pareja más de un año buscando el embarazo en casa (o más de 6 meses en el caso de mujeres mayores de 35 años) y no lo habéis conseguido, la guía Fertilidad con Cabeza os proporcionará recomendaciones útiles en vuestro camino por la reproducción asistida.
Las posibles causas de la ausencia de regla en las mujeres son múltiples y pueden estar relacionadas con trastornos en el cerebro, los ovarios, el útero y la vagina o incluso factores genéticos.
En el caso de la amenorrea primaria, los trastornos genéticos como el síndrome de Turner, el síndrome de Kallmann o la hiperplasia adrenal congénita pueden provocar ausencia de la menstruación en la mujer. Además, los defectos congénitos de los órganos reproductores femeninos también son causa de este tipo de amenorrea, ya que bloque la salida de la sangre menstrual.
Por otra parte, la amenorrea secundaria puede ser debida a:
Pese a que estas son las causas más frecuentes de amenorrea, si existiera algún desajuste hormonal en el cuerpo se podría producir también la ausencia de la menstruación.
Cuando los niveles de prolactina están por encima de los normales (hiperprolactinemia), podría darse el caso de la detención de la bajada menstrual. Esta es la razón por la que durante la lactancia (alto nivel de prolactina) muchas mujeres no tienen la regla.
Existen factores que provocan un aumento de la posibilidad de padecer amenorrea una mujer. A continuación, se enumeran algunos de ellos:
Cabe destacar que el estrés es otro de los factores que provoca ausencia de la regla en la mujer, incluyendo aquí no sólo situaciones laborales o escolares, sino también las de alguna enfermedad psiquiátrica que pueda llegar a generar mucho estrés como la ansiedad o la depresión.
La ausencia de la menstruación es el principal síntoma de amenorrea en una mujer. Además, la falta de liberación de estrógenos por parte del ovario puede llevar a la aparición de las siguientes manifestaciones clínicas:
Es importante conocer que el desajuste hormonal en caso de amenorrea causa a su vez la anovulación y, por tanto, la aparición de esterilidad secundaria.
Como ya hemos comentado, es necesario la ausencia de regla al menos durante tres meses para poder diagnosticar esta afección. En ese momento, la mujer deberá acudir al especialista y descartará un embarazo, por muy improbable que sea.
Una vez descartada la gestación, el protocolo general es elaborar la historia clínica de la paciente para poner en antecedentes al ginecólogo y poder valorar si existe algún trastorno que pueda inducirla. Esto se seguirá con una exploración física, la cual servirá tanto para valorar el aparato genital, como para comprobar el índice de masa corporal (IMC).
El especialista también realizará una ecografía vaginal/abdominal que complementará la exploración física y un análisis hormonal para valorar el déficit de estrógenos. Además del perfil estrogénico, se valorarán otras hormonas como la FSH, LH, prolactina, etc.
Como técnicas complementarias para el diagnóstico de la amenorrea se puede solicitar un TAC de la cabeza, una biopsia del endometrio, pruebas genéticas o una resonancia magnética.
No hay que preocuparse excesivamente por esto, puesto que esta patología tiene solución y conviene solucionarla para evitar efectos negativos en un futuro.
Es fundamental valorar el origen de la amenorrea y buscar soluciones en base al mismo, como por ejemplo recuperar una vida sana y equilibrada, mejorando los hábitos alimenticios y moderando la práctica de ejercicio físico.
Muchas veces la corrección de este tipo de hábitos no se consigue en un abrir y cerrar de ojos, sino que habrá que ir poco a poco y lentamente, pero por ello el ginecólogo podrá pautar una medicación adicional para poder subsanar la carencia de estrógenos ocurrida.
La cura de esta patología ocurre la menstruación vuelve a estar presente en la mujer de forma regular. A partir de ese momento, la vida de la paciente será normal e incluso puede quedarse embarazada, puesto que sus niveles hormonales han sido restaurados nuevamente y habrá recuperado la fertilidad.
Los métodos anticonceptivos hormonales causan un bloqueo de la ovulación al actuar sobre el sistema de regulación del ciclo menstrual, el eje hipotálamo-hipófisis-ovario. Así, las hormonas que de forma natural libera el ovario son administradas por el anticonceptivo (oral, inyectado o implantado en el brazo).
La mayoría de los anticonceptivos hormonales contienen elevadas cantidades de estrógenos y progesterona.
Esto lleva a que el cerebro (hipotálamo e hipófisis) reduzca o bloqueé la liberación de hormonas FSH y LH y, por consiguiente, se impide la ovulación. Esta situación hormonal especial lleva a unas menstruaciones muy suaves, de corta duración y poco sangrado e incluso en algunos casos a la total amenorrea.
Al dejar de administrar las hormonas, el organismo puede requerir un tiempo para restablecer el desajuste hormonal y ello puede llevar a un tiempo de amenorrea pasajera de entre 1 y 4 meses después de dejar los métodos anticonceptivos. Esto es algo común; no obstante, si el periodo de amenorrea en estos casos se prolonga, se recomienda visitar al especialista para provocar la primera menstruación y conseguir la regulación hormonal habitual.
En principio la respuesta es no. La amenorrea (ausencia de menstruación durante 6 meses) es consecuencia de una falta de ovulación, proceso mediante el cual el óvulo se acaba de preparar biológicamente para ser fecundado y se libera del ovario mediante un proceso de rotura folicular.
Si el óvulo no realiza el proceso de ovulación, éste no saldrá del ovario y, por lo tanto, no podrá ser fecundado, ya que la fecundación del óvulo por el espermatozoide ocurre a nivel de la trompa de Falopio.
La salida del óvulo del ovario produce unos cambios celulares a dicho nivel que harán que se segreguen una serie de hormonas que darán lugar, 14 días más tarde, a la menstruación. Por todo ello, si no hay ovulación no habrá embarazo y tampoco habrá menstruación.
Aun así, debemos ser muy cautos con esta afirmación, ya que cuando la amenorrea es secundaria a una noxa reversible, este estado de anovulación se puede resolver en cualquier momento. En estos casos, la mujer no será consciente de que ha ovulado hasta 15 días más tarde cuando le venga la menstruación. De modo que una paciente con amenorrea que no desea el embarazo deberá tomar las precauciones necesarias para evitarlo, ya que no sabemos en qué momento se puede revertir este estado.
Para que tenga lugar la menstruación, es necesaria la secreción de progesterona que se produce en la segunda fase del ciclo (fase secretora), tras la ovulación.
La menstruación no es más que la descamación endometrial (capa interna que recubre el útero) cuando existe una caía hormonal de estrógenos y progesterona al final de la segunda fase del ciclo (fase secretora). Por lo tanto, es muy probable que si no estás menstruando no estés ovulando.
Sin embargo, no siempre el sangrado vaginal es sinónimo de ovulación. Existen sangrados vaginales que no son propiamente la menstruación, y que pueden confundirnos. Es el caso de los sangrados cervicales, pólipos… Este tipo de sangrados suelen ser irregulares.
Pese a ello, si es importante conocer que aquellas mujeres con reglas regulares (cada 28 días de media) ovulan en un 95% de los casos.
El pronóstico de la amenorrea dependerá del tipo y la causa de la ausencia de menstruación. En el caso de que la amenorrea sea debida a una causa y tenga cura, el pronóstico es favorable.
No obstante, si la ausencia de menstruación está causada por cáncer o cualquier otra afección grave, el pronóstico será complicado.
La amenorrea primaria, es decir, la ausencia de menstruación en la mujer cuando alcanza la pubertad, suele estar relacionada con trastornos genéticos que provocan una malformación en los órganos sexuales femeninos.
Además, un factor de riesgo para la amenorrea son los antecedentes familiares, por lo que es importante visitar al ginecólogo de forma periódica.
El motivo principal de la ausencia de regla durante la lactancia está relacionada con la succión y bloqueo de la función ovárica.
Cuando el bebé succiona, se inhibe la función del eje hipotálamo-hipófisis y, por tanto, no se producen hormonas que controlan la ovulación. De este modo, no se produce la maduración del óvulo en el ovario ni se genera progesterona. El resultado de estos efectos es la ausencia de regla en la mujer.
Además, los niveles de hormona prolactina en la lactancia son elevados, lo que conlleva también a un desajuste en el eje hipotálamo-hipofisario y provoca amenorrea.
La obesidad o el sobrepreso, al igual que un bajo índice de masa corporal (IMC), puede tener consecuencias en los ciclos menstruales de la mujer. Cuando el IMC es superior a 25, es posible que se produzca gran cantidad de estrógenos que conlleven a la alteración del ciclo menstrual, anovulación (ausencia de la ovulación) y, por tanto, ausencia de la menstruación.
No. La amenorra y la dismenorrea son diferentes alteraciones de la menstruación.
En el caso de la amenorrea, es la ausencia de la menstruación durante al menos tres meses. En cambio, la dismenorrea es un término que se utiliza para referirse al dolor intenso que presentan algunas mujeres en la zona pélvica y abdominal antes o durante la regla.
Una de las causas de la ausencia de menstruación es la presencia de elevados niveles de prolactina en sangre. Si quieres obtener más información sobre esta alteración, puedes visitar el siguiente artículo: ¿Qué es la hiperprolactinemia? - Causas, síntomas y tratamiento.
Hemos comentado que la amenorrea puede provocar esterilidad en la mujer. Sin embargo, no es el único motivo por el que la mujer puede tener dificultad para lograr un embarazo. Si deseas seguir leyendo sobre el tema, te recomendamos acceder al siguiente enlace:¿Qué causa la esterilidad femenina? - Síntomas y tratamientos.
Hacemos un gran esfuerzo para ofrecerte información de máxima calidad.
🙏 Por favor, comparte este artículo si te ha gustado. 💜💜 ¡Nos ayudas a seguir!
A Lania, L Gianotti, I Gagliardi, M Bondanelli, W Vena, M R Ambrosio. Functional hypothalamic and drug-induced amenorrhea: an overview. J Endocrinol Invest. 2019 Sep;42(9):1001-1010. doi: 10.1007/s40618-019-01013-w. Epub 2019 Feb 11 (ver)
David A Klein, Scott L Paradise, Rachel M Reeder. Amenorrhea: A Systematic Approach to Diagnosis and Management. Am Fam Physician. 2019 Jul 1;100(1):39-48 (ver)
Diane Bloomfield. Secondary amenorrhea. Pediatr Rev. 2006 Mar;27(3):113-4. doi: 10.1542/pir.27-3-113.
Diana L Heiman. Amenorrhea. Prim Care. 2009 Mar;36(1):1-17, vii. doi: 10.1016/j.pop.2008.10.005 (ver)
Kate Berz, Teri McCambridge. Amenorrhea in the Female Athlete: What to Do and When to Worry. Pediatr Ann. 2016 Mar;45(3):e97-e102. doi: 10.3928/00904481-20160210-03 (ver)
Nobuhiko Suganuma, Madoka Furuhashi, Tomoko Ando. Primary amenorrhea. Nihon Rinsho. 2006 Jun 28;Suppl 2:379-83.
Tarannum Master-Hunter, Diana L Heiman. Amenorrhea: evaluation and treatment. Am Fam Physician. 2006 Apr 15;73(8):1374-82 (ver)