Calambres en las piernas durante el embarazo: ¿Cómo aliviarlos?

Por (embrióloga).
Actualizado el 12/01/2017

Los calambres en la implantación o en los primeros días del embarazo son un síntoma muy habitual. Normalmente, estas molestias suelen producirse en las piernas, aunque también es común que se produzcan calambres abdominales. Aunque los calambres son más frecuentes al inicio del embarazo, no es raro que se produzcan en el segundo o tercer trimestre.

¿Qué entendemos por 'calambre'?

Un calambre muscular es la contracción involuntaria de un músculo que puede producir dolor y suele durar unos pocos segundos. Generalmente, este tipo de espasmos musculares suelen estar relacionados con la práctica deportiva. No obstante, son muy comunes durante la menstruación y el embarazo.

A diferencia de cómo se experimentan los calambres en otros músculos (p.ej. el gemelo), en el caso de los calambres uterinos, la sensación se desarrolla como un dolor intenso en la zona baja del abdomen. Muchas mujeres lo describen como pesadez o hinchazón.

Calambres en la implantación

La implantación embrionaria es el proceso en el cual el embrión se adhiere a la pared interna del útero: el endometrio. Aunque los calambres son una dolencia muy común al inicio del embarazo, no todas las mujeres tienen por qué sufrirlos, pues los síntomas tras la implantación embrionaria son variables.

Si quieres conocer cuáles pueden ser estos síntomas, visita el siguiente enlace: Síntomas de implantación.

A continuación enumeramos las características principales de los calambres en la implantación:

  • Generalmente, los calambres de implantación se producen entre 5 y 7 días después de que haya ocurrido la fecundación, ya que es en ese momento cuando el embrión ha alcanzado el estadio de blastocisto y, por tanto, está listo para implantar.
  • Este tipo de dolor suele producirse en la región abdominal inferior y es muy similar al que se puede sentir durante el síndrome premenstrual.
  • Es común que los calambres en la implantación vengan acompañados de sangrados leves como consecuencia de la adhesión del embrión en el útero. Este tipo de hemorragias son conocidas como sangrado de implantación y suelen ser menos abundantes que las que se producen durante la menstruación.

Dado que estos signos son síntoma de embarazo, muchas mujeres, especialmente aquellas que se han sometido a un tratamiento de reproducción asistida, buscan con ansia que estas señales aparezcan para asegurarse de que están embarazadas. Sin embargo, no todas las mujeres experimentan los mismos síntomas durante los primeros días de embarazo, ni siquiera en diferentes gestaciones de una misma mujer.

Por ello, la prueba más segura para confirmar el inicio de una gestación es un test de embarazo en orina o sangre para medir el nivel de beta-hCG: la hormona del embarazo.

Si quieres conocer más acerca de los valores de esta hormona, te recomendamos que leas el siguiente enlace: Valores de beta-hCG en el embarazo.

Aunque, como se ha comentado, estos síntomas son muy variables, es importante estar atento al grado y a la frecuencia con la que estos calambres puedan aparecer, así como del sangrado del que puedan verse acompañados.

Si tu dolor o aparición es persistente, será necesario consultar con un médico para descartar situaciones problemáticas como:

En estas situaciones el dolor es sensiblemente más agudo y puede verse acompañado de náuseas, fiebre y/o desmayos.

Calambres durante el embarazo

De nuevo, en esta etapa, la aparición de calambres es completamente normal. De hecho, se considera que son un signo de que nuestro organismo se prepara para albergar al feto durante sus 9 meses de desarrollo.

Muchas mujeres tienden a pensar que este tipo de calambres son señal de un aborto espontáneo. Sin embargo, la mayoría de veces son continuación de los calambres de implantación.

A medida que el embrión comienza a crecer en el útero, el cual llega a aumentar hasta mil veces su tamaño, los músculos y los ligamentos de este órgano se expanden, provocando dolor y calambres.

Los calambres en las mujeres embarazadas pueden extenderse desde el abdomen hasta la espalda, piernas o incluso manos conforme avanza la gestación. Debido a la expansión del útero por el crecimiento del feto, aumenta la presión sobre los nervios y vasos sanguíneos de las extremidades inferiores. Este hecho, junto con la carencia de minerales como calcio o magnesio que frecuentemente suelen padecer las embarazadas, provocan calambres en piernas y pies.

Los cambios hormonales provocan que muchas mujeres embarazadas sufran retención de líquidos sobre todo en el tercer trimestre de embarazo. Ello, junto con los calambres, puede aumentar la sensación de pesadez, especialmente en las piernas.

Una de los dolores relacionado con este tipo de molestias es el conocido como "dolor del ligamento redondo", que suele manifestarse como uno de los más acusados durante el embarazo . A continuación, comentamos en qué consiste.

El dolor del ligamento redondo

El síndrome o dolor del ligamento redondo es una molestia típica de etapas más avanzadas del embarazo que suelen surfrir más del 70% de las mujeres embarazadas. Generalmente, se presenta a partir de la semana 12 en forma de punzadas en la zona baja del vientre.

El ligamento redondo es un conjunto de fibras musculares que rodean al útero y lo anclan en la cavidad pélvica, manteniéndolo en anteversión, es decir, ligeramente inclinado hacia delante. Conforme aumenta el volumen del útero, estas bandas musculares se estiran gracias al efecto de la progesterona y la relaxina. Estas hormonas facilitan la expansión de articulaciones y ligamentos para favorecer el trabajo de parto. Un movimiento rápido puede provocar una contracción brusca del ligamento y esto es lo que produce el dolor.

El dolor del ligamento redondo se experimenta usualmente en el lado derecho debido a que el útero tiende a voltearse hacia ese lado durante el embarazo. A pesar de ello, no siempre tiene por qué sentirse en esa zona, pues puede producirse en cualquiera de los dos lados de la pelvis o incluso en la ingle.

Formas de aliviar los calambres

A pesar de que estas molestias no son constantes, hay ciertas prácticas que se pueden realizar para reducir el malestar causado por los calambres del embarazo. Algunas de ellas son:

Ejercicio suave

La práctica de ejercicios leves y suaves, como caminar o nadar de forma moderada, son excelentes maneras de combatir estos dolores y fortalecer las articulaciones de la ingle. Según los expertos, su efecto no es solo beneficioso para reducir el dolor de los calambres, sino que estos ejercicios pueden favorecer el transcurso del parto.

Estirar los músculos contraidos

En el caso de los calambres en las piernas, la flexión y extensión suave de los músculos doloridos es un ejercicio recomendado para favorecer que éstos vuelvan a destensarse.

Cantidad adecuada del calcio

El calcio es importante para la transmisión del impulso nervioso. Aumentando la ingesta de este mineral mediante el consumo de productos lácteos, pescado azul o frutos secos podemos paliar los efectos de los calambres.

Descanso y reposo

Hay que tener en cuenta que el embarazo es un proceso delicado en el que se está formando una nueva vida. Por ello, es necesario reducir las actividades de riesgo o los deportes de acción. Es importante que la mujer embarazada conserve un estilo de vida saludable, más aun si sufre molestias o dolores como los que comentamos en este artículo.

Mantener un ritmo de vida tranquilo y sin estrés favorecerá que el organismo tenga menos tendencia a sufrir calambres.

Cambiar de posición

Modificar la posición del cuerpo suele ser una buena manera de calmar este tipo de dolores. A veces, pasar de una posición tumbada a otra más recostada, o alzar los pies si se está sentado, permite que el flujo sanguíneo transcurra mejor y los músculos queden más irrigados, favoreciendo que se destensen.

Preguntas de los usuarios

¿Los calambres siempre son síntoma de embarazo?

Por Victoria Moliner (embrióloga).

No siempre presentar esta dolencia es signo de que la mujer está embarazada, principalmente porque hay muchas situaciones que pueden desencadenar estas molestias y porque no siempre ocurren aunque se produzca un embarazo. Por tanto, no debemos guiarnos por la presencia o ausencia de calambres para saber si se ha producido o no una gestación.

¿Pueden ocurrir calambres de implantación sin sangrado?

Por Victoria Moliner (embrióloga).

Sí, pues como ocurre en el caso de los calambres, el sangrado de implantación no se presenta siempre que se inicia un embarazo.

¿Se pueden tener calambres en las manos durante el embarazo?

Por Victoria Moliner (embrióloga).

Normalmente es más común que ocurran calambres en las extremidades inferiores dado que la presión que ejerce el feto oprime los nervios y vasos de las piernas.

Sin embargo, las manos también pueden sufrir ciertas molestias, aunque no siempre calambres, ya que es más común que la hinchazón provocada por la retención de líquidos produzca sensación de adormecimiento u hormigueo en las manos.

¿Es normal tener calambres en el tercer trimestre de embarazo?

Por Victoria Moliner (embrióloga).

Sí, es perfectamente normal sufrir calambres en este periodo. El tercer trimestre es la época en la que más presión se ejerce en las piernas y donde el útero alcanza su capacidad máxima de expansión. Por lo tanto, la fuerza que se ejerce sobre el pubis alcanza su máximo grado haciendo que los calambres sean más frecuentes.

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Bibliografía

Autor

 Victoria Moliner
Victoria Moliner
Embrióloga
Graduada en Bioquímica y Ciencias Biomédicas por la Universidad de Valencia (UV), con Máster Universitario en Biotecnología de la Reproducción Humana Asistida por la UV y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI). Actualmente desarrolla su labor como bióloga investigadora. Más sobre Victoria Moliner

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