El cáncer de mama es uno de los tipos de cáncer más frecuentes en las mujeres. A pesar de ello, puede detectarse precozmente si la mujer acude a todas las revisiones ginecológicas anuales, lo cual ha permitido que el cáncer de mama tenga unas altas posibilidades de curación hoy en día.
Uno de los inconvenientes del tratamiento contra el cáncer es que provoca infertilidad femenina debido a que tanto la quimioterapia como la radioterapia afectan a la reserva ovárica.
Por todo ello, el principal objetivo de los especialistas y de las asociaciones contra el cáncer es aumentar la atención sobre esta patología, apoyar la investigación y el diagnóstico precoz y, en el caso de las mujeres, informar sobre las opciones para preservar la fertilidad.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
El cáncer de mama o cáncer de seno consiste en un crecimiento descontrolado de las células que se encuentran en la glándula mamaria. Este tipo de cáncer también se conoce como adenocarcinoma.
Normalmente, el cáncer de mama provoca la aparición de un bulto en el pecho que puede ser palpable por la mujer, por lo que es importante autoexplorarse de forma periódica para poder detectar cualquier cambio en los senos.
Existen muchas formas de clasificar el cáncer de mama. A continuación, vamos a prestar atención a la zona de la mama donde puede originarse el cáncer de seno:
Por otra parte, el cáncer de mama puede tener lugar in situ o ser invasivo. Un carcinoma in situ es aquel que crece dentro de los conductos de la leche o de los lobulillos, pero no se diseminará hacia otras partes del cuerpo.
Sin embargo, en un carcinoma invasivo, las células cancerosas sí pueden desplazarse e invadir los tejidos circundantes. Este tipo de cáncer de mama es el más frecuente y también puede llamarse carcinoma infiltrante.
Por último, el término metástasis hace referencia a la propagación de las células cancerosas a otros órganos y partes del cuerpo cuando éstas alcancen la sangre o el sistema linfático.
La mayoría de mujeres con cáncer de mama no presenta signos y/o síntomas evidentes que puedan alarmarla de esta situación. También es posible que los síntomas que se presenten sean diferentes de una mujer a otra.
No obstante, vamos a comentar los síntomas del cáncer de mama que pueden ser más frecuentes:
Cabe destacar que estos síntomas pueden deberse a otras alteraciones y que nada tengan que ver con un cáncer de mama, pero para una mayor seguridad es recomendable acudir al ginecólogo si la mujer tiene cualquiera de estas molestias.
Lo más importante para ganar la batalla contra el cáncer de mama es el diagnóstico precoz. Cuanto antes se detecte el cáncer de mama, más alta será la probabilidad de curación.
Para ello, es fundamental acudir a todas las revisiones ginecológicas anuales desde que la mujer inicia su vida sexual o a partir de los 25 años, donde el especialista hará una exploración ginecológica, una citología y una exploración de las mamas y axilas.
También es recomendable que la mujer sepa hacerse una autoexploración de las mamas con tal de poder apreciar si aparece algún bulto o masa sospechosa.
Por otra parte, la mamografía es la técnica más eficaz para diagnosticar cáncer de mama, ya que consigue detectar anomalías en los pechos hasta 2 años antes de que sean palpables o aparezcan otros síntomas.
La mamografía consiste en hacer una radiografía de los pechos utilizando una dosis de radiación baja. Otras pruebas diagnósticas del cáncer de mama son la ecografía del seno y la resonancia magnética, las cuales solamente se realizan para confirmar el resultado de la mamografía.
La Seguridad Social cubre una mamografía cada 2 años a las mujeres mayores de 45 años, aunque sería recomendable empezar a hacerlas antes si la mujer presenta algún factor de riesgo.
En resumen, gracias a las mamografías y las revisiones ginecológicas periódicas, es posible detectar de forma temprana un cáncer de mama y tratarlo antes de que aumente su gravedad.
Actualmente, se desconocen las causas exactas del cáncer de mama, pero se sabe que existen factores de riesgo que aumentan la posibilidad de que una mujer sufra este tipo de cáncer. Los comentamos a continuación:
Aquellas mujeres que presentan un riesgo elevado de sufrir cáncer de mama llegan incluso a tomar la decisión de someterse a una cirugía preventiva para extirpar los pechos sanos con tal de evitar el cáncer. Esto es lo que se conoce como mastectomía profiláctica.
Después de realizar todas las pruebas diagnósticas necesarias, es posible clasificar el cáncer de mama en diferentes estadios, lo cual es muy útil para determinar el tratamiento más adecuado, así como conocer el pronóstico y la posibilidad de supervivencia de la paciente.
El sistema que se utiliza para clasificar los tumores de mama es el sistema TNM, que hace referencia al tamaño y la infiltración del tumor, a la afectación de los ganglios linfáticos y a la existencia de metástasis.
Según estos criterios, el cáncer de mama se clasifica en los siguientes estadios:
En general, las pacientes con un cáncer de mama de estadio I tienen un tasa de supervivencia del 100% a los 5 años, mientras que en las pacientes diagnosticadas con un estadio IV esta tasa es del 20% aproximadamente.
El tratamiento más adecuado para combatir el cáncer de mama se establece en base a múltiples factores relacionados con la paciente y el tumor como, por ejemplo, la edad de la mujer, su estado de salud en general, el estado de la menopausia, la localización y el estadio del tumor, los receptores hormonales del tumor, el grado de diferenciación de las células tumorales, etc.
Aunque existen muchos tipos de tratamientos y combinaciones posibles, a continuación vamos a hablar de los más comunes para el cáncer de mama:
La mayoría de terapias contra el cáncer utilizadas hoy en día, la quimioterapia y la radioterapia, afectan a la fertilidad de la mujer en gran medida, por lo que es recomendable preservar la fertilidad con un tratamiento de vitrificación de los óvulos antes de enfrentarse a esta dura enfermedad.
Si una mujer joven supera un cáncer de mama con éxito, la probabilidad de que pueda lograr un embarazo natural dependerá los efectos de los tratamientos oncológicos sobre su reserva ovárica.
Por ello, una buena práctica es preservar la fertilidad femenina vitrificando sus óvulos antes de comenzar el tratamiento contra el cáncer.
La elección de tu tratamiento no se trata solo de una decisión médica. Hay otros factores que debes tener en cuenta para asegurarte de que vas a iniciar el tratamiento que más se ajusta a tu situación.
Si accedes a nuestra guía Fertilidad con Cabeza podrás encontrar la clave para elegir tu tratamiento.
De este modo, una vez superado el cáncer, se podrá desvitrificar los ovocitos para iniciar un proceso de fecundación in vitro (FIV).
Pese a ello, el tiempo aconsejado para quedar embarazada tras pasar un cáncer de mama lo establecerá el médico especialista.
Una clasificación de los cánceres de mama es en base a los receptores que exprese. Se estudian tres receptores principales: RE o receptor de estrógenos; RP o receptor de progesterona, y HER2.
El cáncer de mama triple negativo es aquel cuyos receptores hormonales, de estrógenos y progesterona, y el HER2 son negativos.
En consecuencia, este tipo de cáncer presenta mayor resistencia al tratamiento farmacológico ya que no responde a la hormonoterapia (como tamoxifeno o inhibidores de la aromatasa) ni a las terapias dirigidas a los receptores de HER2, como Herceptin (nombre genérico: trastuzumab), cobrando especial importancia otros tratamientos como la cirugía (tumorectomía o mastectomía), la radioterapia y otras quimioterapias distintas a Herceptin.
Alrededor del 10-20% de los casos de cáncer de mama son de tipo triple negativos, y debido a su resistencia al tratamiento también son más agresivos.
Cuando se sospecha de un posible cáncer de mama debido a los resultados obtenidos tras una mamografía o una resonancia magnética (RMN), se puede realizar una biopsia mamaria para confirmar el resultado.
De este modo, se extraen células de la zona de la mama donde se sospecha que puede haber un tumor cancerígeno y se observan estas células bajo el microscopio. Según esta visualización, el especialista en anatomía patológica determinará si se trata de células cancerosas malignas y podrá llevar a cabo un diagnóstico definitivo.
El carcinoma ductal invasivo, también llamado carcinoma ductal infiltrante, es el tipo de cáncer de mama más frecuente entre la población femenina, ya que 8 de cada 10 mujeres con cáncer de mama presentan este tipo.
Se trata de un tumor cancerígeno que se origina dentro de los conductos de la leche y se expande hacia los tejidos circundantes.
El cáncer de Paget, también conocido como enfermedad de Paget mamaria, es un tipo de cáncer poco común. Normalmente, este tipo de cáncer comienza en la zona del pezón y se va prolongando hacia la areola.
Entre los síntomas más habituales de la enfermedad de Paget se encuentran:
Normalmente, las mujeres que presentan un cáncer de Paget suelen tener uno o dos tumores ya en el seno.
La mamografía es la prueba más común que sirve para el diagnóstico del cáncer de mama. Gracias a la mamografía es posible detectar cambios sospechosos en los pechos hasta 2 años antes de que aparezca un bulto palpable por la mujer o el especialista.
En mujeres mayores de 40 años se recomienda acudir a una mamografía anual. Esto ayudará al diagnóstico precoz del cáncer mama.
Además, es aconsejable que las mujeres se hagan autoexploraciones de los pechos. De este modo, podrán detectar si presentan algún bulto sospechos.
Sí, aunque en un porcentaje bastante bajo. El número de casos de cáncer de mama es mucho mayor en mujeres que en hombres.
Algunos de los factores de riesgo para el cáncer de pecho en los hombres son los factores hereditarios, la exposición a radiaciones ionizantes y las situaciones de hiperestrogenismo. Por ejemplo, los hombres con síndrome de Klinefelter tienen un riesgo mayor de sufrir cáncer de mama debido al alto nivel de estrógenos.
Como hemos dicho, las terapias contra el cáncer provocan esterilidad tanto en hombres como en mujeres. Si quieres informarte sobre esto y conocer las medidas preventivas que existen, puedes seguir leyendo aquí: ¿Cómo afecta el cáncer a la fertilidad?
También puedes informarte de las opciones para preservar la fertilidad antes de someterte a un tratamiento oncológico, puedes acceder al siguiente post: Preservar la fertilidad en mujeres con cáncer.
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