Los estudios sobre los riesgos de mujeres embarazadas e infectadas por COVID-19 son escasos. Sin embago, las pocas publicaciones que nos llegan desde China son muy esperanzadoras.
Estos estudios muestran que no ha habido casos de transmisión del virus al bebé y que la paciente no presenta un riego más elevado que el resto de la población por COVID-19.
En dichos estudios, se cogieron muestras de los recién nacidos de madres infectadas al nacer. Los niños fueron dados a luz en todos los casos por cesárea. Los resultados demuestran que no hubo trasmisión del virus de la madre al bebé.
También se sometieron a estudio el líquido amniótico, el cordón umbilical y la leche materna, descartando que en ninguno de estos especímenes se encontrara contaminado por coronavirus.
Pese a que estos datos son positivos y tranquilizadores para aquellas madres que se encuentran embarazadas en esta pandemia, cabe destacar que el número de casos estudiado es muy pequeño y que todavía estamos aprendido cómo afecta el coronavirus al embarazo.