Es muy importante proteger a los bebés de la exposición solar, ya que su producción de melanina es más lenta y, por ello, las radiaciones solares pueden dañar su piel más fácilmente.
No obstante, si el bebé es menor de 6 meses, no se debe utilizar un fotoprotector. Lo ideal es evitar exponerles al sol, manteniéndoles a la sombra y cubriéndoles con la ropa, gorritos, sombrilla...
Cuando el bebé se encuentra entre los 6 meses y los 3 años se pueden utilizar fotoprotectores pediátricos, preferiblemente, con filtros físicos, aunque la recomendación es evitar la exposición solar directa hasta los 3 años de edad.
Si el bebé es mayor de 3 años, se les puede aplicar un protector solar pediátrico con filtros químicos y con factor de protección solar alto, una media hora antes de la exposición solar.
