El diagnóstico del síndrome de ovarios poliquísticos (SOP) es un procedimiento que, dada la gran heterogeneidad con la que se puede presentar esta patología, así como el hecho de que aún se desconozca su causa exacta, sigue siendo un tanto controvertido.
A pesar de esto, existen una serie de patrones que se suelen repetir con bastante frecuencia en la mujer que padece SOP. Por tanto, estos patrones van a ser de gran ayuda para realizar el diagnóstico del SOP.
Sin embargo, la presencia únicamente de una imagen ecográfica de ovarios poliquísticos no es indicativo de que la mujer presente el síndrome. Por tanto, será necesario la combinación de varios aspectos para identificar un caso de SOP.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
Antiguamente, el diagnóstico de esta patología era diferencial, es decir, primero debía descartarse la presencia de otras enfermedades con síntomas similares al SOP antes de afirmar que la mujer padecía el síndrome. Cuando las pruebas realizadas aportaban resultados negativos para otras patologías, el especialista podía intuir que la causa subyacente a los síntomas de la paciente era el SOP.
Sin embargo, desde el año 2003, se estableció un nuevo protocolo diagnóstico para el síndrome de ovarios poliquísticos basado en los llamados criterios de Rotterdam.
Los criterios de Rotterdam engloban los 3 aspectos más comúnmente presentados por las mujeres que padecen SOP. Estos aspectos son los siguientes:
Por ello, cuando una mujer presenta al menos 2 de estos 3 síntomas anteriormente indicados, se dice que la paciente padece SOP.
Normalmente, la mujer acude a consulta alertada por la falta de regla o por experimentar ciertos problemas en su fertilidad. Dado que el SOP es la patología reproductiva más común en mujeres de edad fértil, el especialista suele realizar una serie de pruebas para descartar que se trate de este síndrome.
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A continuación, se detallan cada una de las pruebas para el diagnóstico o el descarte de SOP.
El primer paso para el diagnóstico de cualquier enfermedad es la toma de información del historial clínico de la paciente por parte del especialista, así como de los síntomas concretos que le han llevado a pedir consulta. Todo este tipo de información se recaba en el proceso de anamnesis.
En el caso del SOP, es imprescindible que el ginecólogo consulte a la paciente la duración de sus ciclos menstruales, así como otros datos referentes a estos. También puede ser necesario informar sobre si se ha tomado algún tipo de medicación en los últimos meses, si se ha sufrido alguna infección o enfermedad de transmisión sexual o si se emplea algún método anticonceptivo.
La exploración física es necesaria para comprobar si la paciente presenta algún signo clínico típico del SOP. Es importante que el médico compruebe el peso, talla e IMC (índice de masa corporal) de la paciente.
El crecimiento de vello de forma excesiva en zonas inusuales para la mujer, como el rostro, el pecho, los brazos o la espalda es lo que se conoce como hirsutismo. Es un signo clínico de hiperandrogenismo (altos niveles de andrógenos en sangre). Por ello, es importante que el ginecólogo realice una exploración física exhaustiva.
Esta prueba es una técnica de imagen que sirve para comprobar el estado de los ovarios, además de la cavidad uterina y las trompas. El ecógrafo se introduce por el canal vaginal para poder visualizar el interior más fácilmente.
Dado que los folículos presentan una gran cantidad de líquido en su interior, en la ecografía se observan como formas redondeadas de color negro contenidas dentro de los ovarios, los cuales muestran un aspecto gris brillante en la imagen.
Para que esta prueba resulte concluyente es necesario que se practique en condiciones basales. Esto significa que la ecografía se debe llevar a cabo cuando la mujer tiene la regla.
El recuento normal de folículos en una mujer que no posee SOP es de entre 6 y 12 en cada ovario, con un rango de tamaño de 2 a 9 mm. De lo contrario, el recuento de folículos será superior al igual que sus dimensiones.
La medición de los niveles hormonales es una prueba imprescindible a la hora de diagnosticar cualquier trastorno reproductivo, pues muchas veces la alteración de estos puede ser la causa subyacente a la patología.
En el caso del SOP, se miden las principales hormonas sexuales prestando especial atención al valor de testosterona y otros andrógenos, así como al de la hormona antimulleriana (AMH) y la hormona luteinizante o LH.
Los valores que se suelen obtener en mujeres con SOP son los siguientes:
De nuevo, es importante que los valores de concentración de estas hormonas sean obtenidos en condiciones basales para poder interpretar su resultado correctamente. Lo ideal sería hacer este estudio hormonal para el diagnóstico de un posible SOP alrededor del segundo y cuarto día de regla.
Esta técnica consiste en una intervención quirúrgica para observar el estado de los ovarios a través de un sistema óptico. Se realiza mediante una serie de incisiones en el abdomen por las que se introducen los elementos quirúrgicos. Para ello, es necesaria la aplicación de anestesia general en la paciente.
Los ovarios poliquísticos se caracterizan por presentar numerosas cicatrices provocadas por los quistes de aquellos folículos que quedan sin ovular. Esto provoca que la corteza ovárica se engrose y endurezca.
Mediante laparoscopia es más fácil examinar el aspecto de los ovarios para determinar si estos presentan signos de SOP.
Esta técnica solo se realiza cuando, con las anteriores pruebas, el diagnóstico sigue sin ser concluyente.
Aquellas mujeres diagnosticadas de SOP es recomendable que sigan un estilo de vida saludable manteniendo una dieta equilibrada. Además, se debe intentar limitar el consumo de azúcar e hidratos de carbono refinados. Algunos alimentos que se deben evitar en mujeres con SOP son los dulces, los pasteles, las bebidas azucaradas, el pan blanco, los fritos, etc.
Otro consejo para la alimentación de las mujeres con SOP sería aumentar el consumo de pescado. Sin embargo, no existe ninguna dieta ideal o exacta para las mujeres de SOP. Simplemente, se debe reducir el aporte de calorías.
Tampoco hay que olvidar que realizar actividad física diaria o caminar también será de gran ayuda para la paciente.
El síndrome de ovario poliquístico o SOP es una de las alteraciones endocrinas más frecuentes en las mujeres, afectando a un 5-10% de la población femenina.
Aunque muchas mujeres creen padecer un SOP, existen una serie de criterios que se deben cumplir para diagnosticar esta patología. Los más utilizados son los criterios de Rotterdam, según los cuales, para diagnosticar un SOP son necesarios mínimo 2 de los siguientes 3 síntomas/signos:
A priori, se puede realizar el diagnóstico basándonos en los síntomas de la paciente y el exámen físico, si bien deberían descartarse otras condiciones que puedan imitar los síntomas del SOP como alteraciones tiroideas, hiperplasia suprarrenal, hiperprolactinemia etc.
Es importante el diagnóstico precoz, a ser posible en la adolescencia, porque estas mujeres tienen asociados otro tipo de síntomas y riesgos, como sería la resistencia a la insulina, que predispone a obesidad y riesgo cardiovascular, así como en un riesgo aumentado de desarrollar diabetes.
De momento esta opción no es posible. Aunque los resultados de numerosos estudios científicos reportan que existe un factor genético altamente implicado en el desarrollo de esta patología, todavía no se sabe con exactitud qué genes son los causantes de su desarrollo.
Evidentemente es necesario que la mujer haya sobrepasado la menarquia, es decir, la llegada de la primera regla. Normalmente, esta patología se suele diagnosticar en mujeres de entre 25 y 30 años. Esto es debido a que, asociados al SOP, surgen numerosos problemas de fertilidad y es precisamente ese rango de edad el que más relacionado está con la búsqueda del embarazo.
El hirsutismo surge como consecuencia de los elevados niveles de andrógenos en sangre. La función de los andrógenos como la testosterona, entre otras muchas, es la del desarrollo del vello típico del hombre. Si en la mujer estas hormonas están elevadas, es normal que crezca más vello de lo habitual.
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Poseer ovarios de aspecto poliquístico es un síntoma típico del SOP. Sin embargo, la sola presencia de esta característica no significa que se padezca el síndrome. ¿Quieres saber qué diferencias hay entre el SOP y los ovarios de aspecto poliquístico? En el siguiente enlace te las contamos: Diferencias entre SOP y ovarios poliquísticos.
Una de las pruebas esenciales para diagnosticar SOP es el análisis de los niveles hormonales, pues el buen funcionamiento del ciclo ovárico depende de que las hormonas sexuales se produzcan en cantidades adecuadas. Si deseas conocer qué valores hormonales son los correctos en la mujer, sigue el siguiente enlace: Análisis hormonal en la mujer.
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