¿Afecta la displasia cervical al embarazo, al parto y al bebé?

Por (ginecóloga) y (embrióloga).
Actualizado el 03/02/2022

La displasia cervical, también llamada neoplasia intraepitelial cervical, es la aparición de células de morfología anormal en el cuello del útero o cérvix. La causa de la displasia puede estar relacionado con el contacto con el virus del Papiloma (VHP). Este virus es muy variable y sólo algunas cepas son proclives a provocar cáncer, por lo que se requiere un estrecho seguimiento por parte de un especialista, pero no es necesario alarmarse.

Su diagnóstico se lleva a cabo mediante una citología vaginal, con el posterior análisis de la estructura de las células al microscopio. En caso de detectar alguna anomalía, habrá que realizar pruebas complementarias más especializadas, como la colposcopia.

¿Qué es la displasia cervical?

La displasia cervical es una alteración de las células del cérvix uterino provocada por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Estas lesiones son las que se detectan gracias al método de cribado de la citología. Existen varios tipos de displasia cervical en función de su gravedad.

Normalmente, las mujeres que sufren displasia cervical no presentan ningún síntoma. Por ello, es fundamental realizar las revisiones ginecológicas de rutina para detectar cualquier cambio que pueda producirse en las células del cérvix lo antes posible.

Grados de displasia

Antiguamente, la displasia cervical se clasificaba como leve, moderada y severa. Sin embargo, esta clasificación cambió con los años y se introdujo el término Neoplasia Intraepitelial Cervical (conocido por las silgas NIC).

En base a este término y según la apariencia de las células anormales en la biopsia de cuello uterino, las NIC se dividen en los siguientes grupos:

  • NIC I: displasia leve. A este tipo de displasia corresponde el 70% de los casos y suele remitir sin ningún tratamiento.
  • NIC II: displasia moderada y acentuada.
  • NIC III: displasia severa y carcinoma. Se trata de la displasia cervical más grave, ya que puede derivar en un cáncer.

¿Por qué se produce la displasia cervical?

Como hemos comentado anteriormente, lo habitual es que los cambios anormales que ocurren en las células del cuello uterino están provocados por el virus del papiloma humano. Pese a ello, también existen otros factores que incrementan el riesgo de que una mujer desarrolle displasia cervical, como por ejemplo:

  • Embarazo y parto a temprana edad.
  • Múltiples parejas sexuales.
  • Padecer enfermedades como la tuberculosis o enfermedades de transmisión sexual.
  • Fármacos inhibidores del sistema inmunitario.

Además, aquellas mujeres que estando embarazadas han sido expuestas a diestilestibestrol (DES), también tienen mayor probabilidad de sufrir displasia cervical con el tiempo. Los factores ambientales como la exposición al humo del tabaco, así como las deficiencias vitamínicas también se relacionan con mayor riesgo de desarrollar displasia cervical.

Por otra parte, cabe remarcar que se ha visto cierta susceptibilidad genética de la producción de cáncer de cérvix en un 1% de las mujeres.

¿Cómo se diagnostica?

La prueba básica para detectar una posible displasia cervical es la citología vaginal o prueba de Papanicolaou (PAP). Sin embargo, esta prueba diagnóstica suele ir acompañada de otros estudios para confirmar que la mujer padece displasia cervical con total seguridad.

A continuación, se enumeran algunos de los métodos diagnósticos complementarios para la displasia cervical:

Inspección visual con ácido acético (IVVA)
el médico realiza un lavado del cuello uterino utilizando ácido acético del 3% o del 5%. Si la paciente presenta displasia cervical, cambiará de colo y se volverá blanquecino. En este caso, el resultado será IVVA positivo. Cuando el epitelio no cambia de color, corresponderá con un IVVA negativo y la mujer no padece displasia cervical.
Pruebas Moleculares
para detectar la presencia de material genético del virus del papiloma humano (VPH).
Colposcopia
procedimiento a través del cual se analiza el cérvix, la vagina y la vuelva. Además, esta prueba permite al ginecólogo tomar una muestra para realizar una biopsia.

En cualquier caso, la decisión de llevar a cabo pruebas complementarias a la citología vaginal dependerá del propio especialista y de las dudas que le puedan surgir según el resultado obtenido de la PAP.

Tratamiento de la displasia

Las displasias leves pueden llegar a desaparecer sin necesidad de ningún tipo de tratamiento, aunque se requiere una supervisión de tres a seis meses para controlar que no va expandiéndose la zona afectada.

En cambio, las displasias moderadas a graves deben ser tratadas para evitar que deriven en cáncer con el tiempo. Generalmente, se opta por la eliminación del tejido con células anómalas. Para ello, existen diferentes métodos:

  • Criocirugía: descarte de las células alteradas mediante frío.
  • Láser: supresión de las células anómalas por calor.
  • Electrocauterización: eliminación de las células dañadas por electricidad.
  • Conización, es decir, un procedimiento para extirpar el tejido uterino anormal.

En las situaciones de mayor gravedad de displasia cervical, aunque no suele ser lo habitual, es necesario recurrir a la histerectomía. Se trata de extirpar el útero, por lo que la mujer no podrá quedar embarazada. En estos casos, las opciones de estas mujeres para ser madres serían recurrir a la adopción o a la gestación subrogada.

Sea cual sea la opción terapéutica aplicada para solucionar el problema, la displasia requiere un control periódico cada tres o seis meses aproximadamente.

¿Afecta la displasia al embarazo?

Las mujeres que padecen displasia cervical pueden quedar embarazadas aún teniendo esta afección.

El ginecólogo llevará un seguimiento controlado del trascurso del embarazo, para observar si hubiera un cambio en la displasia. Además, si la displasia es tratada previamente a la gestación, es importante saber que la técnica de colposcopia no presenta contraindicaciones para el embarazo.

Sin embargo, el tratamiento para eliminar la displasia podría conllevar riesgo de parto pretérmino y también la remisión de la displasia tras el parto.

Por otro lado, no se ha demostrado que la presencia de displasia cervical de la madre tenga un efecto negativo en la formación del feto, o en la consecución de un embarazo normal

En cualquier caso, es muy importante que se realicen los controles ginecológicos de rutina para detectar cualquier mínimo cambio en el tracto reproductivo, y así ponerle solución lo antes posible en mujeres embarazadas.

Preguntas de los usuarios

¿La displasia cervical tiene cura?

Por Marta Barranquero Gómez (embrióloga).

Existen diferentes formas terapéuticas para tratar la displasia cervical, por lo que se puede decir que hay cura para esta afección.

Sin embargo, es común que la displasia cervical vuelva a aparecer en mujeres debidamente tratadas con anterioridad. Es posible que la mujer vuelva a ser infectada por el virus VPH o que el virus se haya quedado escondido en otra parte de su cuerpo.

¿Es posible el embarazo si tengo displasia cervical?

Por Dra. Elena Santiago Romero (ginecóloga).

Este tipo de lesiones en sí no impiden el embarazo, pero si la alteración detectada es de alto grado (H-SIL), lo recomendable es que se extirpe la lesión (normalmente con una cirugía sencilla llamada conización) antes de que la mujer se quede embarazada.

En otros casos, con lesiones de bajo grado (L-SIL) controladas, no estará contraindicado el embarazo. No se ha demostrado que la displasia tenga un efecto negativo en el desarrollo del feto.

Lo importante es tener en cuenta que aquellas mujeres que previamente fueron sometidas a una conización, tendrán un mayor riesgo de incompetencia cervical, lo cual puede producir un parto prematuro. Como prevención, se deberán hacer mediciones seriadas de la longitud cervical durante la gestación.

En los casos en los que la longitud sea muy corta o se vaya acortando durante el embarazo, estará indicado utilizar tratamientos preventivos como el cerclaje cervical o los pesarios para intentar evitar en la medida de lo posible que se produzca un parto prematuro.

¿Se puede prevenir la displasia cervical?

Por Marta Barranquero Gómez (embrióloga).

Sí. Se puede reducir el riesgo de padecer displasia cervical evitando mantener relaciones sexuales de riesgo, sometiéndose a las revisiones ginecológicas periódicas, practicando la mongamia, etc.

Además, la vacunación contra el virus del papiloma humano antes de mantener relaciones sexuales por primera vez también resulta eficaz para disminuir la probabilidad de desarrollar displasia cervica.

Lecturas recomendadas

Como hemos comentado, el principal causante de la displasia cervical es el virus del papiloma humano. Si quieres obtener más información acerca de este virus, te recomendamos visitar el siguiente artículo: ¿Qué es el virus del papiloma humano? - Tipos, contagio y vacunas.

Además, una posible solución para una mujer diagnosticada de displasia cervical grave sería la conización. Si estás interesada en esta conocer acerca de esta intervención, puedes visitar este enlace: Conización del cuello uterino: complicaciones y consejos.

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Bibliografía

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Autores y colaboradores

Dra. Elena Santiago Romero
Dra. Elena Santiago Romero
Ginecóloga
Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid. Cuenta con un Máster en Reproducción Humana por la Universidad Rey Juan Carlos e IVI. Con varios años de experiencia como ginecóloga especialista en reproducción asistida. Más sobre Dra. Elena Santiago Romero
Número de colegiado: 282864218
 Marta Barranquero Gómez
Marta Barranquero Gómez
Embrióloga
Graduada en Bioquímica y Ciencias Biomédicas por la Universidad de Valencia (UV) y especializada en Reproducción Asistida por la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) en colaboración con Ginefiv y en Genética Clínica por la Universidad de Alcalá de Henares (UAH). Más sobre Marta Barranquero Gómez
Número de colegiada: 3316-CV

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