El endometrio es la capa mucosa que reviste internamente el útero. Su función es engrosarse durante el ciclo menstrual para permitir que el embrión implante y que pueda tener lugar un embarazo.
Al inicio de cada ciclo menstrual, si no ha tenido lugar el embarazo, el endometrio se desprende con la menstruación para volver a proliferar y renovarse de nuevo.
El papel del endometrio es muy importante en la fertilidad femenina y también es posible que sufra algunas alteraciones durante la etapa reproductiva de la mujer. Por tanto, hay que tener especial cuidado con todos los factores que podrían afectar al endometrio.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
El endometrio es la capa más interna del útero, el órgano reproductivo más importante donde se produce la gestación del bebé durante 9 meses.
Para poder comprender mejor la función del endometrio, en este apartado describimos las 3 capas uterinas que existen:
La función principal del endometrio es permitir la implantación del embrión, es decir, la unión en el útero para que pueda empezar a desarrollarse la placenta, el saco gestacional y, finalmente, el cordón umbilical a través del cual el feto quedará conectado a la madre.
El endometrio es un tejido muy vascularizado, de naturaleza regenerativa, que se encuentra formado por multitud de vasos sanguíneos y glándulas que se forman y destruyen en cada ciclo menstrual.
El endometrio también se encuentra dividido en dos capas:
Si el óvulo no es fecundado o no existe implantación del embrión en el útero, la capa funcional del endometrio se necrosa y se descama al final del ciclo menstrual produciendo el sangrado que conocemos como regla o menstruación.
Este sangrado marca el inicio de un nuevo ciclo menstrual, en el que la capa funcional del endometrio vuelve a proliferar gracias a las células que existen en la capa basal.
A lo largo del ciclo menstrual, el endometrio sufre modificaciones tanto morfológicas como funcionales, gracias a la función que ejercen las hormonas sexuales secretadas por los ovarios. Estas hormonas son los estrógenos y la progesterona.
Se pueden distinguir dos tipos principales de endometrio según el momento del ciclo menstrual:
Al final de la fase secretora del ciclo menstrual, alrededor de los días 26-28, se produce la descamación del endometrio si no ha habido implantación, lo cual provoca la bajada de la regla.
Paralelamente a la menstruación, se va regenerando un nuevo endometrio para la siguiente ovulación. Este es el motivo por el que la menstruación coincide con el inicio de la fase proliferativa de un nuevo ciclo menstrual.
Si quieres conocer con más detalle las fases del ciclo menstrual en la mujer, te recomendamos visitar el siguiente post: Fases del ciclo menstrual.
La anidación del embrión en el endometrio se produce cuando han pasado unos 6 o 7 días de la fecundación y el embrión se encuentra en estadio de blastocisto.
Para que esto ocurra, es necesario que haya una perfecta sincronización entre el embrión y el endometrio, es decir, tiene que haber receptividad endometrial.
El endometrio se encuentra receptivo durante la fase conocida como ventana de implantación, que tiene una duración aproximada de 4 días.
Numerosos estudios realizados en pacientes han concluido que el grosor endometrial óptimo para que se lleve a cabo la implantación debe situarse entre los 7-10 mm de espesor. Un endometrio de menos de 6 mm no suele permitir que los embriones implanten.
Para que exista éxito en la implantación, no solo tiene que haber una preparación hormonal del endometrio adecuada, también debe existir un diálogo recíproco entre los tejidos del blastocisto y la mucosa uterina. Para ello, deben actuar diversos factores de crecimiento y citoquinas.
Si finalmente ha habido fecundación del óvulo e implantación del embrión, el endometrio secretor se convierte en un endometrio más especializado gracias al efecto de los estrógenos y la progesterona: es lo que se conoce como decidualización.
El endometrio decidual o decidualizado consiste en una estructura especializada que dará origen a la placenta durante la gestación y participará en el intercambio de gases y nutrientes entre la madre y el embrión.
Para saber más sobre la implantación del embrión, puedes acceder a este artículo: ¿Qué es la implantación embrionaria?
El grosor endometrial es un factor pronóstico para predecir la implantación embrionaria.
Además, medir el espesor endometrial también puede aportar información sobre algunas patologías o alteraciones en el endometrio.
Las siguientes pruebas son de gran utilidad para medir el grosor del endometrio, así como la receptividad endometrial:
El grosor del endometrio es un marcador de las fases del ciclo menstrual.
Para considerar si el endometrio es normal, debe tener un grosor concreto en función del día del ciclo menstrual en el que se encuentre la mujer.
Para medir el grosor endometrial, los ginecólogos realizan una ecografía transvaginal. Posteriormente, deben valorar si este espesor coincide con la fecha de la última regla (FUR) que ha indicado la paciente.
Con la ecografía, es posible diferenciar los siguientes tipos de endometrio:
Si la ecografía transvaginal no es suficiente para valorar la estructura y el grosor endometrial, o si es necesario un análisis más exhaustivo con el fin de determinar la receptividad endometrial, es posible recurrir a las siguientes técnicas:
El test ERA es utilizado especialmente en pacientes de fecundación in vitro (FIV) con fallo de implantación, lo que permite saber si existe un desplazamiento en la ventana de implantación.
¿Demasiadas pruebas o muy pocas? Muchas pacientes no están conformes con las pruebas de fertilidad que les piden y esto les genera inseguridades y dudas.
La solución la tienes en nuestra guía Fertilidad con Cabeza.
La solución a este problema consiste en vitrificar los embriones y, posteriormente, transferirlos al útero cuando el endometrio se encuentre receptivo.
Si te interesa recibir más información sobre este tema, puedas continuar leyendo en el siguiente post: Test de receptividad endometrial.
Las alteraciones del endometrio pueden afectar a la implantación embrionaria y a los sangrados de la menstruación en las mujeres.
Por tanto, cualquier señal anómala durante el periodo puede hacer sospechar a la mujer que padece una de las siguientes patologías endometriales:
Cuando nos encontramos con síntomas como una hemorragia uterina anormal, puede tratarse de cualquiera de estas alteraciones: miomas, pólipos endometriales, adenomiosis, hiperplasia endometrial o un cáncer endometrial.
Para diagnosticar las enfermedades que afectan al endometrio, es posible que la ecografía no sea suficiente.
El ginecólogo puede solicitar pruebas complementarias como las siguientes: un legrado uterino, una biopsia endometrial, una sonohisterografía o una histeroscopia dependiendo de la patología de la que sospeche.
Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos habla en este vídeo sobre el endometrio, sus cambios con el ciclo menstrual y sus patologías.
Tal como dice Silvia:
El endometrio es la capa más interna del útero y el útero es un órgano reproductivo muy importante donde se produce la gestación del bebé durante 9 meses.
Hablamos de endometrio refractario cuando, a pesar de realizar una correcta preparación endometrial, este endometrio no adquiere el tamaño y grosor necesarios para tener unas buenas garantías de embarazo.
En estos casos se ve reducida la tasa de implantación, la tasa de gestación clínica y la tasa de recién nacido vivo. No se ha observado un aumento de la tasa de aborto.
Ante una mujer con un endometrio refractario debemos tener dos conductas. En primer lugar, realizar una histeroscopia para intentar buscar la causa de que el endometrio no crezca lo suficiente y corregirla.
Por otro lado, cambiar la estrategia de la preparación endometrial también puede ser de gran ayuda. No todos los endometrios responden igual a todos los estrógenos. Hay endometrios que responden mejor a una vía de administración diferente (por ejemplo, cambiar los parches por pastillas) o, a una dosis mayor de estrógenos (aumentar la dosis siempre dentro de las dosis seguras) o, a los estrógenos propios del ciclo de la mujer (utilizar el ciclo ovárico natural en vez de dar los estrógenos de forma externa), etc.
El endometrio es una capa mucosa que recubre el interior del útero. Es la capa que se descama con cada regla en los diferentes ciclos y es la capa que abraza al embrión cuando se produce la gestación.
El tamaño óptimo del endometrio se valora midiendo el grosor endometrial, que es el parámetro más evaluado. El método de diagnóstico por imagen de elección es la ecografía transvaginal.
El endometrio óptimo previo a la transferencia de embriones es el denominado trilaminar, triple línea o en “grano de café”, propio de la fase folicular avanzada. Está formado por dos líneas externas hiperecogénicas que representan la unión entre el endometrio basal y el miometrio; dos bandas hipoecoicas que son la capa funcional del endometrio; y, por último, una línea central hiperecogénica, luz de la cavidad.
La literatura sugiere que el rango normal del grosor endometrial estaría en 6 mm el límite inferior y, el límite superior, en 20 mm. La implantación es poco probable fuera de estos rangos. Un grosor entre 7 y 9 mm en el momento periovulatorio se considera como ideal en la literatura; sin embargo, con endometrios de 6 mm también se consiguen tasas de embarazo razonables.
El endometrio se engrosa para que pueda tener lugar la implantación y el embarazo. Si no hay fecundación e implantación, aunque el endometrio esté engrosado, no habrá embarazo y llegará la menstruación.
Si el endometrio sigue grueso después de un tiempo o si está excesivamente grueso en la fase secretora, puede tratarse de una hiperplasia endometrial y el médico podrá recetar un tratamiento hormonal a la mujer.
El grosor normal del endometrio después de la ovulación, cuando tiene lugar la implantación, es de 7-10 mm. Si el endometrio es demasiado delgado o demasiado grueso, la implantación puede verse dificultada o impedida, ya que el endometrio no es receptivo y, por tanto, puede no producirse el embarazo.
En primer lugar, es importante mencionar que el endometrio se engrosa de manera natural a lo largo del ciclo menstrual de la mujer gracias a la acción de las hormonas sexuales (estrógenos y progesterona).
No obstante, si el endometrio está excesivamente engrosado, podría tener otras causas como una hiperplasia endometrial.
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Si el endometrio mide menos de 6 mm, será complicado lograr un embarazo. En tal caso, el médico podrá recetar a la mujer una medicación hormonal a base de estrógenos y progesterona para estimular el crecimiento del endometrio.
También existen terapias naturales y estrategias que la mujer puede llevar a cabo diariamente para mejorar su espesor endometrial. Te recomendamos leer el siguiente artículo para informarte mejor: Consejos para mejorar el grosor endometrial.
Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta si es normal tener un endometrio grueso en la menopausia:
Cuando llega la menopausia, lo más habitual es que se produzca una atrofia endometrial. Esto significa que se produce un adelgazamiento del endometrio por la disminución de los niveles hormonales.
Por ello, si el endometrio está engrosado durante la menopausia, el especialista deberá realizar una valoración, para determinar las posibles causas.
El carcinoma de endometrio es un tipo de cáncer frecuente en la mujer, sobre todo en aquellas que han entrado en la menopausia. Consiste en el crecimiento de células malignas en el tejido endometrial del útero. Los síntomas más frecuentes son el sangrado vaginal anormal no asociado a la menstruación, el dolor pélvico, y las molestias al orinar o al tener relaciones sexuales.
Como en todos los tipos de tumores, un rápido diagnóstico del cáncer endometrial es fundamental para que su tratamiento sea efectivo y no haya invasión de otras localizaciones del cuerpo.
La atrofia del endometrio consiste en el adelgazamiento del mismo. El endometrio se vuelve más fino y frágil. Esto suele ocurrir una vez alcanzada la menopausia como consecuencia de una disminución en los niveles de estrógenos en la mujer.
Sin embargo, la llegada de la menopausia no es la única causa de la atrofia endometrial. Algunas pacientes también pueden presentar un endometrio fino debido a una inducción médica o la presencia de ciertas patologías como el síndrome de ovarios poliquísticos, alteraciones hipofisarias, etc.
Uno de los problemas que puede ocasionar la atrofia endometrial es la dificultad para lograr el embarazo en mujeres en periodo fértil. Esto se debe a que si el endometrio no adquiere un grosor adecuado, el embrión no podrá implantar y, por tanto, no tendrá lugar la gestación.
Un desplazamiento de la ventana de implantación en el endometrio es una causa de fallo de implantación embrionaria. Si quieres saber otros factores que pueden afectar a la implantación, puedes seguir leyendo en el siguiente artículo: Fallos repetidos de implantación embrionaria.
Existen más patologías relacionadas con el útero, además de las que afectan al endometrio. Puedes obtener más información sobre esto en el siguiente post: Esterilidad femenina debida a un factor uterino.
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