El diagnóstico genético preimplantacional (DGP) es una prueba genética que permite analizar los embriones generados en un proceso de FIV.
Para ello, se realiza una biopsia al embrión y se extrae una célula. Ésta será analizada genéticamente y se valorarán los resultados. Aquellos embriones alterados genéticamente no se transferirán. Los embriones clasificados como genéticamente sanos, se podrán transferir al útero de la mujer. Estos embriones tienen más posibilidades de implantar y dar lugar a un embarazo evolutivo que los embriones alterados.
Puedes leer el artículo completo en: Esterilidad de origen genético: causas, diagnóstico y tratamiento ( 326).
Por Dra. Concha Leal Cariñena (ginecóloga), Marta Barranquero Gómez (embrióloga) y Zaira Salvador (embrióloga).
Última actualización: 12/01/2022