El síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO) es una complicación que puede ocurrir tras los tratamientos de estimulación ovárica en las técnicas de reproducción asistida.
En concreto, el SHO se relaciona con la gonadotropina coriónica (hCG), la hormona que se administra para desencadenar la ovulación unas 36 horas antes de la punción folicular en los ciclos de fecundación in vitro (FIV).
Normalmente, el SHO es leve, pero puede llevar a complicaciones graves que requieran la hospitalización de la paciente.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
El SHO se puede producir después de la estimulación ovárica realizada en los tratamientos de reproducción asistida.
La hormona hCG es típicamente administrada en los ciclos de FIV para inducir la maduración final de los folículos y la ovulación tras una estimulación ovárica controlada.
La hCG es el principal desencadenante del SHO, ya que se relaciona con el aumento de la permeabilidad vascular y la salida de líquido al espacio intercelular característicos del SHO.
Debido a esto, existe un SHO precoz o temprano que puede aparecer en torno a una semana después de la administración de la hCG. Por el contrario, el SHO tardío aparece después de 10 días tras la inyección de hCG y está relacionado con el aumento de hCG producido por el embrión en el caso de que haya ocurrido la implantación.
La primera medida preventiva que se debe adoptar frente al SHO es identificar a las pacientes que tienen un riesgo más elevado de desarrollar este síndrome tras la estimulación ovárica. Para ello, es necesario evaluar en cada paciente los factores de riesgo para el SHO, entre los que se encuentran:
Por tanto, en estas pacientes de riesgo habrá que tener un cuidado especial con la estimulación ovárica, personalizando en cada una de ellas el protocolo y la dosis para la estimulación y realizando un control exhaustivo mediante analíticas y ecografías.
No obstante, este seguimiento debe ser realizado a todas las pacientes durante la estimulación ovárica, sea cual sea su riesgo, para valorar sus niveles hormonales y su respuesta a la estimulación. De esta manera, el especialista sería capaz de detectar rápidamente una excesiva respuesta ovárica en la paciente.
Una opción para prevenir el SHO, dentro de la personalización de los protocolos de estimulación, consiste en realizar la estimulación ovárica con antagonistas de la GnRH y la inducción de la ovulación con un agonista de la GnRH. De esta manera, se evita administrar la hCG para inducir la ovulación y se reduce de manera efectiva el riesgo de padecer SHO.
En las pacientes con síndrome de ovarios poliquísticos (SOP) se puede realizar la maduración in vitro (IVM) de ovocitos. Esta técnica no requiere estimulación ovárica o se administra a bajas dosis. Sin embargo, la IVM no está incorporada en la rutina de la mayoría de clínicas de fertilidad y no ha demostrado tener mejores resultados que la FIV convencional.
La elección de tu tratamiento no se trata solo de una decisión médica. Hay otros factores que debes tener en cuenta para asegurarte de que vas a iniciar el tratamiento que más se ajusta a tu situación.
Si accedes a nuestra guía Fertilidad con Cabeza podrás encontrar la clave para elegir tu tratamiento.
Como alternativa para prevenir el empeoramiento del SHO que supondría una gestación y el SHO tardío, se pueden vitrificar los embriones obtenidos en el ciclo y transferirlos en un ciclo posterior cuando el SHO haya remitido por completo.
Además, el especialista puede optar en ciertas ocasiones por cancelar el ciclo para evitar un mayor riesgo en la paciente.
En los casos en los que se produce SHO tras la estimulación ovárica, lo más habitual es que sea leve. La paciente tendrá los ovarios de un tamaño aumentado y los niveles de estradiol en sangre elevados. Además, la mujer puede presentar síntomas como náuseas, vómitos y leve distensión abdominal.
Pese a que la mayoría de los casos de SHO son leves, existe un 4% donde el SHO es moderado. Unido a los síntomas anteriores, la ascitis (acumulación de líquido en el abdomen) provoca una mayor distensión abdominal y molestias en la zona del abdomen de la paciente.
Sin embargo, el cuadro clínico puede evolucionar a una manifestación más grave del SHO. El aumento de la permeabilidad vascular puede hacer que la sangre sea más viscosa, por lo que habrá más riesgo de fenómenos trombóticos.
El SHO también puede llevar a problemas hepáticos y renales y a la aparición de derrame pleural (acumulación de liquido en la pleura que recubre los pulmones y la cavidad torácica).
Por otro lado, pueden ocurrir complicaciones como la torsión ovárica o la ruptura de un quiste ovárico, aunque no suele ser lo habitual.
Es muy importante que se vigile la evolución del SHO, aunque este sea leve, para detectar rápidamente un agravamiento que pueda comprometer la vida de la paciente.
Por este motivo, la mujer debe prestar atención a aspectos como los siguientes:
Además, en los casos moderados del SHO, se realizan ecografías y análisis frecuentes para controlar la evolución del SHO y sus posibles complicaciones.
El SHO leve suele remitir a partir de las 48-72 horas si no hay gestación y la remisión completa se produce con la llegada de la menstruación. Si se ha producido la gestación, el SHO puede prolongarse y empeorar el cuadro clínico.
Cuando la paciente presenta SHO leve o moderado, se recomienda:
El especialista también puede aconsejar la administración de ciertos analgésicos u otros medicamentos para paliar las molestias.
En los casos más graves de SHO, la paciente puede necesitar ser hospitalizada. De esta manera, la mujer estará más controlada y se le podrán administrar líquidos por vía intravenosa, así como los medicamentos que el médico considere oportunos.
Además, en el hospital podrán realizarse intervenciones como una paracentesis para extraer el liquido acumulado en el abdomen si fuera necesario, y abordarse complicaciones como la rotura de un quiste ovárico o los problemas renales y/o pulmonares.
Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos habla en este vídeo acerca de la evolución del síndrome de hiperestimulación ovárica. Además, Silvia nos cuenta de los grados del SHO y del posible tratamiento.
Tal y como nos dice Silvia:
El síndrome de hiperestimulación ovárica es una complicación que puede surgir tras los tratamientos de estimulación ovárica que se utilizan en los técnicas de reproducción asistida. En concreto, el síndrome de hiperestimulación ovárica se relaciona con la gonadotropina coriónica, la hCG.
El síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO) puede darse en mujeres que han estado bajo tratamiento hormonal para realizarse un tratamiento de reproducción asistida.
Normalmente, este síndrome suele remitir unos días después de tratamiento, pero si la mujer queda embarazada puede empeorar y durar más tiempo, convirtiéndose en un síndrome de hiperestimulación ovárica severo.
Sin embargo, el SHO es muy poco frecuente en la actualidad, ya que si la paciente se encuentra en riesgo de padecerlo se decide no trasferir los embriones y congelados para posteriores ciclos donde no exista riesgo.
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No tienes por qué padecer síndrome de hiperestimulación ovárica, aunque seas menor de 30 años. Efectivamente, la edad es un factor de riesgo para padecer SHO, pero no todas las pacientes jóvenes que se someten a una estimulación ovárica padecen SHO.
Afortunadamente, se cuentan con varias estrategias para evitar el SHO y, en el caso de que se produjera, se optaría por vitrificar los embriones para evitar la gestación en ese mismo ciclo, ya que un embarazo empeoraría el cuadro del SHO.
No, lo recomendable es que evites el deporte y las relaciones sexuales, aunque el síndrome de hiperestimulación ovárica sea leve. De hecho, el deporte intenso se debe evitar después de cualquier tratamiento de FIV, pese a no haberse producido SHO.
El motivo es que los ovarios están aumentados de tamaño y puede incrementar el riesgo de torsión ovárica, es decir, de que los ovarios roten su posición.
Si quieres seguir leyendo más en profundidad sobre de la estimulación ovárica, te recomendamos visitar el siguiente enlace: ¿Qué es la estimulación ovárica? - Proceso, medicamentos y síntomas
Por otra parte, si lo que deseas es obtener más información del síndrome de ovarios poliquísticos, puedes leer el siguiente artículo: Síndrome del ovario poliquístico (SOP): causas, síntomas y tratamiento
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