Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta el recorrido que hacen los espermatozoides una vez que están dentro del aparato reproductor de la mujer:
Durante el coito con la eyaculación los espermatozoides salen del hombre y se depositan en la vagina de la mujer. Durante este camino desde la vagina hacia la fecundación del óvulo que se encuentra en las trompas de Falopio, los espermatozoides se van a encontrar con una serie de obstáculos o dificultades. Todo este trayecto supone unos 15-18 centímetros y se puede decir que el tiempo va en contra, ya que el ovocito una vez que ha salido del ovario, es decir, una vez que se ha producido en la ovulación solo sobrevive unas 24 horas. Esta vida media del ovocito es corta en comparación con el tiempo de supervivencia de los espermatozoides que pueden llegar a sobrevivir entre 2 y 5 días en el tracto reproductor femenino. Por todo, esto tras la eyaculación, empieza una carrera no sólo de velocidad sino también de resistencia, ya que los espermatozoides defectuosos o más debilitados o con una peor movilidad se quedarán en el camino.
Algunas de las barreras con las que se van a encontrar los espermatozoides son las siguientes:
- El pH de la vagina y es que la vagina tiene un pH ácido.
- La Acción inmunológica es que los glóbulos rojos de la mujer van a detectar a los espermatozoides como células poco amigas y pueden intentar atacarlos
Además el moco cervical va a variar sus características a lo largo del ciclo menstrual de la mujer. En el período ovulatorio va a ser poco denso y elástico para facilitar el paso de los espermatozoides. Sin embargo, si la mujer no se encuentra en el período periovulatorio, el moco cervical va a ser denso y viscoso y va a dificultar el paso de los espermatozoides a través del cérvix.
Por otro lado, también va a haber barreras físicas y es que la propia anatomía del aparato reproductor femenino va a suponer un obstáculo para los espermatozoides. Pese a ello, no todos son dificultades en el camino de los espermatozoides. El óvulo intenta facilitar el camino a los espermatozoides mandando señales y liberando sustancias. El útero y las trompas de Falopio también van a facilitar el camino con unos movimientos como con unas contracciones que van a ayudar al avance de los espermatozoides.
Por su parte, el líquido seminal que acompaña a los espermatozoides va a neutralizar el pH y ácido de la vagina y además le va a proveer de nutrientes. Este fluido también servirá los espermatozoides como un escudo protector frente a los glóbulos blancos.
Una vez superado el tramo vaginal cervical y uterino se va a llegar a la parte más estrecha del recorrido: la unión útero-tubárica. En este punto el número de espermatozoides ya se ha reducido muchísimo respecto al número total de espermatozoides que se habían eyaculado. En este trayecto los espermatozoides más fuertes (los que han conseguido) llegar van a adquirir la capacidad de fecundar al óvulo lo que se conoce como la hiperactivación del espermatozoide. El espermatozoide elegido, el que ha sido capaz de llegar al óvulo, entrar en contacto con la zona pelúcida del óvulo e iniciará la reacción acrosómica.
La reacción acrosómica es la liberación del contenido de la acrosoma que se encuentra en la cabeza del espermatozoide y que contiene una serie de enzimas que van a facilitar que el espermatozoide atraviese la zona pelúcida del ovocito. Cuando esto ocurre, el óvulo libera los gránulos corticales que van a impedir que otro espermatozoide pueda penetrar dentro de él. Una vez que se ha atravesado la zona pelúcida se producirá la fusión de las membranas de espermatozoide y ovocito y posteriormente la fusión de los núcleos. Todo este proceso es lo que se conoce como fecundación.
