Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta en este vídeo las características de un óvulo normal y alterado:
Conocer la calidad de los óvulos no es algo sencillo. Sin embargo, durante un tratamiento de FIV es posible evaluar la morfología de los óvulos bajo el microscopio. Sin embargo, estas alteraciones estructurales que se puedan observar bajo el microscopio no nos indican, no nos dan información en principio, de si el óvulo tiene alteraciones cromosómicas o no.
En cualquier caso, vamos a ver cómo sería el aspecto de un ovocito normal y cuáles serían los dismorfismo ovocitario que pueden encontrarse durante su evaluación.
Un ovocito debe presentar una forma redondeada y además tener todas sus estructuras correctamente definidas:
Un citoplasma homogéneo sin ningún cuerpo extraño que llame la atención en su interior.
Un único corpúsculo polar en el espacio perivitelino, ligeramente aplanado y de contenido homogéneo.
Un espacio perivitelino que apenas se aprecie, solo en la zona donde está el corpúsculo polar.
Y una zona pelúcida uniforme y de grosor adecuado.
La presencia del primer corpúsculo polar es indicativo de que el óvulo es apto para ser fecundado. Se dice que estos óvulos están en metafase dos.
En cuanto a las alteraciones las que podemos encontrar en el citoplasma de ovocito serían las siguientes: contenido granuloso, cuerpos refringentes, cuerpos necróticos, retículo endoplasmático liso, vacuolas y cluster, una zona granulosa y oscura.
Por otro lado, las alteraciones que pueden aparecer en el ovocito referentes al corpúsculo polar son las siguientes: corpúsculo polar múltiple, es de decir hay más de uno, corpúsculo polar fragmentado y corpúsculo polar amorfo o muy aplanado.
En cuanto al espacio perivitelino es ese espacio que se encuentra entre la zona pelúcida y el ovocito en sí. Este apenas debe apreciarse solamente se intuye en la zona donde está el corpúsculo polar. Por tanto, las alteraciones referentes al espacio perivitelino son las siguientes: espacio perivitelino ancho o con zonas irregulares anchas y estrechas y presencia de restos en el espacio perivitelino.
Finalmente, la zona pelúcida es la capa exterior que envuelve al óvulo. Esta debe tener una amplitud proporcionada de unas 15-20 micras. Las alteraciones que podrían encontrarse en la zona pelúcida de un ovocito serían las siguientes: amplitud demasiado gruesa o estrecha, zona pelúcida laxa o demasiado densa, zona pelúcida irregular con zonas más estrechas que otras, zona pelúcida tabicada formando como un departamento independiente y zona pelúcida elongada. Todos estos dimorfismo pueden dificultar la fecundación de los óvulos.
Sin embargo, con la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (con la ICSI) sería posible fecundarlos. También es posible que las zonas pelúcido tabicadas, elongadas o demasiado gruesas presenten problemas para la eclosión del embrión. Esto es cuando el embrión en estado de blastocisto se desprende de la zona pelúcida para poder implantar en el endometrio. En estos casos, el embriólogo valoraría la posibilidad de hacer una eclosión asistida.
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