Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta en este vídeo cómo elegir la mejor opción reproductiva para cada persona:
Si tú y tu pareja sospecháis que puede haber algún problema de fertilidad porque lleváis un tiempo buscando el embarazo, es posible que tengáis miles de dudas sobre qué tratamiento de reproducción asistida es mejor que realicéis.
Lo habitual es que, tras realizar el estudio de fertilidad a ambos y basándose en los resultados de las diferentes pruebas, el especialista en reproducción asistida os indique el tratamiento más conveniente para vuestra situación particular.
De modo general, si tienes menos de 35-37 años, tus trompas son permeables y la calidad del semen es buena, tu gine te recomendará una inseminación artificial. En caso contrario, cuando hay problemas en las trompas o la calidad del semen es bajita, te indicarán una FIV. Sin embargo, hay situaciones que están un poco en el límite y el gine puede decirte que ambas opciones serían posibles, por lo que puede que te encuentres en la duda de si realizar una IA o pasar directamente a una FIV.
En este caso, qué tratamiento seguir es una decisión personal que debes tomar teniendo en cuenta las recomendaciones médicas. De modo general, si el aspecto económico no te preocupa, sería posible realizar algún intento de IA antes de pasar a la FIV. En cambio, si el tema económico puede ser un problema, quizá es más recomendable realizar directamente una FIV, puesto que, aunque su precio es más elevado, ofrece más probabilidades de éxito que la inseminación artificial (aunque nada garantiza que se vaya a conseguir el embarazo a la primera o que vaya a ser necesario un único ciclo).
Por otro lado, si tu reserva ovárica es bajita porque tienes algún año más (especialmente pasados los 40), sería posible una FIV con PGT para descartar anomalías cromosómicas en los embriones, ya que la calidad de los óvulos también disminuye con la edad. Pero, en la FIV con PGT cuando la reserva ovárica es baja, generalmente, se suele contar con un número reducido de embriones que, además, no todos pasarán el análisis genético. Hay ocasiones en las que no hay embriones aptos para transferir y, por tanto, es necesario cancelar el ciclo sin que llegue a haber transferencia. Por ello, las probabilidades de éxito en estos casos son mayores con una ovodonación.
Debido a esto, es posible que tu gine te haya hablado de la posibilidad de realizar una FIV con tus óvulos y PGT, o de pasar directamente a ovodonación. De nuevo, si el tema económico no es problema, sería posible realizar un ciclo de FIV con PGT antes de pasar a la ovodonación. Así, no te quedará la cosa de no haberlo intentado. Pero si te preocupa el aspecto económico, sería posible realizar directamente una ovodonación. Es cierto que supone renunciar a tu carga genética y que el coste es más alto, pero la FIV con óvulos donados tiene una mayor tasa de éxito.
En cualquier caso, cuando te encuentres entre dos tratamientos posibles, no dudes en tomar esta decisión junto a tu especialista médico y valorando las ventajas e inconvenientes de cada tratamiento reproductivo.
