La menopausia precoz o fallo ovárico precoz consiste en el cese de la actividad ovárica por debajo de los 40 años. Ocurre en aproximadamente el 1% de las mujeres. En la mayoría de veces, el 63% de los casos, tal y como indica la Asociación Española para el estudio de la Menopausia, la causa es desconocida.
Hay que recordar que, en pacientes con cariotipos normales, entre un 10 y un 20% de casos se va a recuperar la función ovárica. Pudiendo ocurrir que, tras haberse conseguido el embarazo mediante la transferencia de un embrión procedente de un ciclo de recepción de ovocitos donados, se produzca una nueva gestación esta vez tras la restauración del ciclo ovárico propio.
La segunda causa más común de fallo ovárico precoz es la genética. Alteraciones cromosómicas relacionadas con el cromosoma X o alteraciones de genes puntuales también en el cromosoma X, como la premutación del gen FMRI, pueden derivar en un fallo ovárico precoz. También hay descritas mutaciones en genes localizados en cromosomas distintos al X que pueden ocasionar esta patología.
Otras causas de fallo ovárico prematuro son: tratamientos de quimioterapia o radioterapia en mujeres con proceso oncológicos, endometriosis, enfermedades metabólicas, autoinmunes o infecciones.
