Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos habla en el vídeo acerca de los principales problemas que pueden conllevar los tratamientos reproductivos:
Si la pareja, tras el diagnóstico de los problemas de fertilidad, decide realizar un tratamiento de reproducción asistida, debe tener en cuenta que es un proceso que, en ocasiones, puede ser largo. Esto puede implicar desgaste a muchos niveles: emocional, físico, económico... pero también puede afectar a la relación de pareja si la situación no se gestiona de manera adecuada. Entre los aspectos que se ven más comúnmente afectados en las parejas que se encuentran en tratamientos de fertilidad se encuentra la comunicación, el deseo sexual y la vida social.
En cuanto a la comunicación, es primordial que en una pareja haya una buena comunicación ante cualquier situación, pero también, por supuesto, ante un tratamiento de reproducción asistida. Se debe hablar conjuntamente del tratamiento, de cuántas veces se va a intentar... Estos aspectos quizá van variando, pero es importante tratarlos siempre entre los dos para sentir que se trata de un proyecto en común. Además, la comunicación es clave para que cada uno de los miembros exprese cómo se siente, pero también para que comprenda cómo se siente el otro miembro. Este punto es especialmente importante, ya que cada uno puede vivirlo de manera diferente. Por ello, si no hay una buena comunicación, pueden generarse reproches porque uno de los miembros no se vea comprendido y apoyado por su pareja.
Sin embargo, es frecuente que haya problemas de comunicación, por ejemplo, si se prefiere no hablar del tema para evitar decir algo que pueda hacer sentir mal a la otra persona. Esta falta de comunicación genera duda y puede dar lugar a malentendidos por interpretaciones erróneas. Por todo ello, es importante que la pareja hable acerca del tratamiento de fertilidad y exprese los sentimientos que está generando.
Por otro lado, ante los problemas de fertilidad, las relaciones sexuales también pueden verse afectadas y pierden espontaneidad. Es posible que, tras meses intentando conseguir un embarazo de manera natural, las relaciones sexuales se vean únicamente como el medio para conseguir el objetivo de tener un hijo. De este modo, el sexo pierde esa parte de establecer un momento íntimo con la pareja.
La presión puede hacer las relaciones sexuales menos placenteras y, además, causar ciertas disfunciones sexuales como problemas de erección.
Finalmente, los tratamientos de reproducción asistida requieren de cierta programación, lo que también contribuye a la pérdida de espontaneidad en las relaciones sexuales. No obstante, la pareja debe tratar de seguir manteniendo momentos de intimidad que refuercen su vínculo. Para ello, debe evitar caer en ver el sexo únicamente como medio reproductivo.
Finalmente, cuando hay problemas de fertilidad, es posible que la pareja trate de evitar encuentros con familiares y amigos que están esperando un bebé o que tienen hijos porque no se encuentran cómodos. De igual manera, en el transcurso del tratamiento de fertilidad la pareja puede aislarse para esquivar las preguntas y explicaciones. Por otro lado, también es posible que se abandonen ciertas aficiones por ejemplo por motivos económicos, para afrontar los costes del tratamiento. También es frecuente que la pareja aproveche los periodos de vacaciones para acudir a las consultas y comenzar un tratamiento. Si a todo ello se le suma el ánimo decaído y la desgana, resultará en que la pareja deja de lado las reuniones sociales, pero también las actividades de disfrute que solían hacer juntos. Estos momentos son importantes para una pareja, ya que son un refuerzo positivo en la relación y aumentan la complicidad. Por tanto, es interesante buscar la manera de seguir haciendo estas actividades y seguir pasando esos ratos juntos, aunque no sea lo que más apetezca por la falta de ánimo.
