El factor masculino es uno de los aspectos que más relevancia está teniendo en reproducción asistida recientemente. Se han utilizado diferentes técnicas diagnósticas de índole genético para poder analizar el papel que el varón está jugando en la consecución de un embarazo.
El periodo de abstinencia es un aspecto que ha variado a lo largo de los años, pensándose en un inicio que cuando mayor era la abstinencia, mejor era el resultado tanto del diagnóstico seminal como de la evolución embrionaria y embarazo a término. Algunos estudios muestran que un periodo de eyaculaciones frecuentes tras un periodo de abstinencia, puede mejorar la calidad espermática.
El periodo de abstinencia difiere según la unidad de reproducción asistida a la que se acuda y la estandarización de los procesos. Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, es tener una abstinencia sexual de entre 2-7 días. En caso de que la abstinencia sea menor de dos días, nos encontraremos con espermatozoides que posiblemente presenten menor fragmentación del ADN, pero el recuento del número de espermatozoides es menor que en condiciones normales. Si tenemos un periodo de abstinencia elevada, es probable que nos encontremos con una movilidad espermática reducida.
En conclusión, es importante tener un periodo de abstinencia óptimo de acuerdo a las recomendaciones del centro de reproducción asistida con el objetivo de maximizar las posibilidades de éxito en cada caso.