Es muy difícil llegar a sobreestimular a un niño/a, para ello tendríamos que ofrecerle un estímulo sin respetar sus señales de rechazo. Cuando un bebé no quiere mirar algo, escuchar un estímulo o realizar alguna actividad nos lo indica apartándose o llorando; debemos respetarlo y parar, ya que si ignoramos sus deseos lo estaremos exponiendo a una situación de estrés y no lograremos nuestro objetivo, esperaremos a que esté preparada/o y lo intentaremos en otro momento.
Puedes leer el artículo completo en: Atención temprana ( 44).

Neus Ferrando
Licenciada en Biología por la Universidad de Valencia (UV). Postgrado en Biotecnología de la Reproducción Humana Asistida por la Universidad Miguel Hernández de Elche (UHM) con experiencia como responsable de laboratorio de Embriología y Andrología en el Centro Médico Manzanera.