Esterilidad e infertilidad son conceptos distintos; para entender la fertilidad, uno de los conceptos claves que hay que conocer es que, en condiciones generales, la especie humana posee una baja eficacia reproductiva con tan sólo entre un 20 y un 25% de posibilidad de embarazo mensual en parejas fértiles y sin ningún problema, llegando a un 80% de tasa acumulada de embarazo a lo largo de un año de búsqueda y al 90% al cabo de los 2 años de buscar gestación.
Se define la esterilidad como la incapacidad de una pareja para la concepción natural en el plazo de un año. Dentro de este término se puede diferenciar en esterilidad primaria, si la pareja nunca se ha quedado embarazada y esterilidad secundaria, si la pareja ya ha conseguido una gestación previamente, pero en el momento actual no logra el embarazo.
En cambio, la infertilidad se entiende como la incapacidad de conseguir un recién nacido vivo, siendo éste el caso de las parejas que consiguen embarazo pero que posteriormente abortan.
Por tanto, aunque muchas veces se habla indistintamente de esterilidad e infertilidad, son conceptos diferentes, aunque tienen como punto común la incapacidad para conseguir un embarazo evolutivo y un recién nacido.