Sí. Para realizar una inseminación artificial se necesita que las trompas sean funcionales. Tener las trompas ligadas impedirá que el óvulo y el espermatozoide puedan encontrarse y, por tanto, no se podrá producir la fecundación.
No obstante, los tratamientos de fecundación in vitro (FIV) no tienen este requisito, ya que la fecundación se produce fuera del cuerpo de la mujer, es decir, en el laboratorio.
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Silvia Azaña Gutiérrez
Graduada en Biología Sanitaria por la Universidad de Alcalá y especializada en Genética Clínica por la misma universidad. Máster en Biotecnología de la Reproducción Humana Asistida por la Universidad de Valencia en colaboración con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI).
Número de colegiada: 3435-CV