El riesgo de padecer cáncer testicular es de 3 a 10 veces mayor en pacientes con criptorquidia que en pacientes con testes normodescendidos, además la intervención quirúrgica para hacer descender los testículos (orquidopexia) no previene frente a la futura malignización. Se resalta la necesidad de seguimiento en estos pacientes, y se recomienda la extirpación del testículo (orquiectomía) en los pacientes pospuberales.
Los casos de más riesgo son aquellos en los que el testículo ha quedado en el interior del abdomen. Los de menos riesgo son en los que el testículo estaba ya en el canal de la ingle, casi en la bolsa, y que se han operado.
Es importante diagnosticar precozmente la enfermedad. Para ello, se debe realizar una autoexploración testicular, palpándose los testículos en busca de nódulos. Se recomienda acudir al médico de cabecera o urólogo una vez al año para realizar un análisis de marcadores tumorales que pueden dar la señal de alarma de un tumor en nacimiento. En muchas ocasiones puede aparecer un resultado anormal sin que exista tumor, por lo que se debe repetir el análisis pasadas unas semanas y, si persiste la anomalía, solicitar una ecografía de los testículos.
![Dr. Gustavo Daniel Carti](https://www.reproduccionasistida.org/wp-content/uploads/2020/09/gustavo-daniel-122x122.jpg)