Puede ser molesta, pero no dolorosa puesto que el anestesista pone anestesia local en la zona. De este modo, la mujer no sentirá la inserción de la aguja.
No obstante, es crucial que la mujer se encuentre completamente quieta y así el anestesista podrá introducir la anestesia sin ninguna complicación.
Puedes leer el artículo completo en: La anestesia epidural en el parto: ventajas y desventajas ( 177).

Marta Barranquero Gómez
Graduada en Bioquímica y Ciencias Biomédicas por la Universidad de Valencia (UV) y especializada en Reproducción Asistida por la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) en colaboración con Ginefiv y en Genética Clínica por la Universidad de Alcalá de Henares (UAH).
Número de colegiada: 3316-CV