Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta los motivos por los que la sexualidad resulta afectada por la infertilidad:
Cuando se está intentando tener un hijo, las relaciones sexuales se incrementan con el fin de aumentar las posibilidades de embarazo. No obstante, en muchas parejas, cuando el embarazo no llega esto se convierte en algo monótono y el sexo pasa a ser como una obligación para concebir. Todo esto junto con la programación de las relaciones sexuales en el periodo fértil de la mujer hace que se pierda la espontaneidad y el deseo sexual.
El sexo adquiere un único fin reproductivo y se pierde toda la parte de conexión, intimidad, erotismo y placer con la pareja. Esto puede llevar a un desinterés por el sexo, incluso a evitarlo en los días no fértiles, lo que puede desembocar en tensión y en una pérdida de afectividad en la pareja.
Además, en el momento en que se recibe un diagnóstico de infertilidad, puede llevar a sentimientos de culpabilidad y aumentar el estrés y la ansiedad en la pareja.
Por otro lado, el tratamiento reproductivo puede ser tomado como una intromisión en un aspecto tan íntimo que les hace sentir incómodos. De nuevo esta situación también puede afectar a la autoestima, disminuir la satisfacción y el deseo sexual y hacer que las relaciones íntimas sean emocionalmente complicadas porque recuerdan los problemas para concebir.
Por otro lado, debido al estrés y la presión por conseguir el embarazo, puede haber dificultades para alcanzar el orgasmo y problemas en la erección o en la eyaculación.