La hormona antimulleriana (AMH) es una hormona cuyo valor se puede determinar en una analítica de sangre para valorar la reserva ovárica de la mujer. Esta hormona es producida por los folículos antrales, por lo que es proporcional al recuento de folículos antrales y al número de óvulos que podremos conseguir en una estimulación ovárica.
En general, se considera que la AMH es el parámetro más fiable a la hora de valorar la reserva ovárica. Sin embargo, a veces nos encontramos que los valores difieren entre una extracción y otra, e incluso nos podemos encontrar con incrementos de su valor con el tiempo. Este aumento no va en relación con un aumento en la reserva ovárica, ya que esta disminuye con el paso del tiempo.
La AMH puede tener una gran variabilidad debido a factores como los cambios estacionales, el momento del ciclo, el consumo de tabaco o determinadas enfermedades. En un estudio que valoró la variabilidad de la AMH en diferentes días del ciclo encontró una media de variación de hasta un 20%, siendo mayor en aquellas mujeres con niveles bajos de AMH.
Por ello, se debe siempre contrastar la información dada por la AMH con una ecografía de recuento de folículos antrales, y ser cautos a la hora de interpretar una única determinación de AMH, sobre todo en caso de mujeres con baja reserva ovárica.