La densidad es una unidad de medida que relaciona el peso con el volumen que ocupa, de forma que, a igual volumen, cuanto mayor sea el peso, mayor será su densidad. Por otro lado, la viscosidad es una propiedad física que nos define la fluidez que presenta una muestra, de forma que cuanto más viscosa sea la muestra, más espesa será.
Cabe destacar que la densidad seminal no es la misma en todos los varones y que puede llegar a variar también entre los diferentes eyaculados de un mismo hombre.
Tras la eyaculación, el semen debe presentar una consistencia densa y espesa, casi gelatinosa. Esto permite que el esperma llegue a la vagina y no se salga.
Una muestra de semen comienza a licuarse pasados unos 15-20 minutos tras la eyaculación, en un proceso denominado licuefacción, por eso, a la hora de realizar un análisis del semen, dejaremos reposar la muestra 20 minutos a temperatura ambiente, para que este proceso se complete. Posteriormente, pasaremos a analizar la viscosidad. Una elevada viscosidad en la muestra seminal puede conllevar problemas en la movilidad espermática, dificultando así la fecundación. Otras causas que genera una viscosidad elevada serían, por ejemplo, una disfunción prostática, presencia de infecciones o a una eyaculación frecuente entre otras.
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