El primer paso es la toma de decisiones, que es lo que fundamentalmente atañe a la pareja, y que es en muchas ocasiones difícil. Se deben tener en cuenta aspectos como el deseo real de tener un hijo, la aceptación del tratamiento por parte de la pareja, resolución de dudas sobre el tratamiento, pensamientos sobre el futuro del niño y su relación con su entorno y resto de familiares, incluso es interesante poder hablar sobre la posibilidad de compartir el tratamiento con el resto de la familia o si en algún momento se informará al niño sobre su origen, cómo y cuando.
Una vez se ha tomado la decisión, la pareja debe buscar un centro de confianza, en el que no les quepa duda alguna que los profesionales velan por su salud en todo momento…. Una vez conseguido acaba el papel de la pareja, que debe relajarse y dejar actuar al profesional.
Este profesional deberá seguir los siguientes puntos:
1. Seleccionar una donante de óvulos adecuada a la pareja.
2. Estimular los ovarios de la donante a fin de obtener ovocitos de buena calidad. Se prima calidad a cantidad, lo ideal sería que una donante diera entre 10 y 20 ovocitos.
3. Preparación endometrial de la receptora, lo cual se realiza con tratamiento hormonal mediante pastillas o parches, siendo valorado el resultado mediante controles ecográficos.
4. Punción de la donante, obtención de los ovocitos, fecundación con el semen del varón.
5. Transferencia embrionaria al útero de la mujer receptora.

