Cuando una pareja o una paciente sola llega a nuestra consultas de fertilidad, lo primero que hacemos es un estudio detallado de ambos o de ella si la mujer acude en solitario.
La técnica de inseminación artificial o IA puede realizarse con el semen de la pareja o con el semen de un donante cuando la mujer acude sola o cuando el varón presenta una ausencia de espermatozoides.
La IA es una técnica sencilla y mucho menos agresiva que la fecundación in vitro (FIV). Sus costes son muy inferiores a la de una FIV y la dosis hormonal que se utiliza es menor, por lo que también se abaratan los costes del tratamiento.
![Imagen: Ventajas de la IA en mujeres menores de 35 años](https://www.reproduccionasistida.org/wp-content/uploads/2023/10/ventajas-ia-mujeres-menores-35.png)
Tras un periodo de estimulación hormonal de unos 10 días aproximadamente y 2 controles ecográficos previos, se realiza la introducción del semen en la cavidad uterina mediante una cánula que es totalmente indolora. Se puede realizar incluso en la consulta de ginecología.
La IA es aconsejable en casos de una esterilidad de corta duración, con un varón con resultados normales. Uno de los casos donde también es una técnica bastante eficaz es en pacientes con Síndrome de ovario poliquístico, ya que al estimular la ovulación conseguimos que se una el óvulo y el espermatozoides.
Antes de realizar una Inseminación tiene que tener al menos una trompa permeable.
Las posibilidades de embarazo, con respecto a la concepción natural, van a aumentar debido a que durante la estimulación ovárica se controla en qué momento es el más adecuado para realizar la introducción de la muestra de semen.
Finalmente es importante subrayar que las tasas de embarazo no son altas y que en ocasiones hay que realizar más de una inseminación para llegar a tener éxito.
![Dra. Marta Sánchez-Dehesa Rincón](https://www.reproduccionasistida.org/wp-content/uploads/2023/04/marta-sanchez-dehesa-rincon-122x122.jpg)