Los problemas en la tiroides, además de producir fertilidad, también pueden ocasionar daños en el desarrollo fetal y aumentar la posibilidad de aborto espontáneo. Por tanto, es muy importante que el endocrino lleve un seguimiento del funcionamiento de la glándula tiroides durante toda la gestación.
Pese a ello, cualquier alteración tiroidea debe ser tratada, aunque no se esté buscando un embarazo. Lo más habitual es que el hipertiroidismo se trate mediante medicamentos antitiroideos, aplicando yodo radiactivo o incluso mediante cirugía.
En el caso de los pacientes diagnosticados de hipotiroidismo, el tratamiento más común es la administración de Eutirox.
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Por Dr. Gustavo Daniel Carti (ginecólogo), Dr. José Carlos Mora Palma (ginecólogo), Dra. Laura García de Miguel (ginecóloga), Marta Barranquero Gómez (embrióloga), Dr. Óscar Collado Ramos (ginecólogo) y Zaira Salvador (embrióloga).
Última actualización: 24/10/2023