Hoy por hoy la infertilidad afecta a 1 de cada 5 parejas y el no saber si llegará a ocurrir el embarazo o no, genera muchas emociones tales como ansiedad, culpa, negación, depresión, rabia… Además, implica tener que tomar decisiones que afectarán a la vida personal, familiar, laboral y social.
Por eso no nos parece extraño que los ingleses denominen a los tratamientos de fertilidad "roller coaster" que significa "montaña rusa".
La Dra. María López-Teijón, jefa de Reproducción Asistida de Institut Marquès señala que cada vez son más las pacientes que cuentan sus experiencias a través de los foros y las redes sociales con el fin de desahogarse y ayudar a otras mujeres. Y compartir estas vivencias con personas que están en una situación similar les ayuda a normalizar y desdramatizar una historia que puede llegar a ser estresantes y frustrante.
Junio es el mes internacional de la infertilidad e Institut Marquès ha recopilado de su página de Facebook testimonios de pacientes españoles y extranjeros que se han realizado tratamientos de fertilidad y que a través de las redes sociales han contado su anécdota más entrañable. Los casos descritos reflejan emociones del antes, durante y después de los tratamientos y revelan como el proceso puede convertirse en un aprendizaje.
La Dra. López-Teijón hace referencia a una nueva entrada en El blog de la fertilidad donde recuerda divertidas anécdotas vividas por ella y otros médicos en la consulta. Un caso curioso fue el de una paciente de Kenia que estaba en tratamiento en Barcelona y preguntó al doctor si su futuro niño hablaría suajili, holandés, castellano o catalán...Otro caso fue el de aquel que quiso destinar su semen a la investigación de células "padre"...o aquel que tras el doctor comentarle que su mujer tenía un "útero bicorne" contestó "pero si solo fue una vez, doctor" creyendo que el doctor había descubierto su infidelidad. Otro caso gracioso fue el de la mujer que acudió a la prueba de catéter para comprobar que el día de la transferencia embrionaria la cánula pasaría fácilmente por el cuello del útero y pensó que con dicho ensayo ya se "llevaba puestos los embriones".
La Dra. Marisa López-Teijón opina que hacer un tratamiento de reproducción puede llegar a ser la forma más romántica de tener un hijo por la unión y la lucha que implica por parte de la pareja, por el gran deseo de tener a esos niños y por el tiempo y largo proceso que se llega a vivir tan intensamente.
Otro de los testimonios recogidos en la página de Facebook de Institut Marquès es de Rosa P, quien está dispuesta a seguir intentando tener un hijo porque ha decido ser madre y en su pequeño relato a través de las redes sociales ella misma afirma que sigue adelante y se dice a sí misma :" puedo, puedo, puedo, y a veces no sé si puedo más, pero aún sin poder, voy pudiendo".
Resumiendo, conseguir que el deseo de tener un hijo sea más fuerte que los inconvenientes. Esto ayudará mantener la ilusión a lo largo del proceso.
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