La microinyección de espermatozoides o ICSI es un proceso de fecundación in vitro (FIV) mediante el cual un espermatozoide es microinyectado directamente en el interior del óvulo con el objetivo de obtener embriones de buena calidad. Puesto que se trata de una forma de realizar la FIV, muchas veces nos referimos a este método como FIV-ICSI.
La principal ventaja de esta técnica es que ofrece altas tasas de éxito, por lo que permite conseguir el embarazo en el primer intento en muchas ocasiones, e incluso en los casos más graves de esterilidad por factor masculino.
El hecho de que sea una FIV, con todas las fases que eso implica, hace que el precio de un tratamiento de fertilidad con ICSI oscile entre los 3.500-5.500 €.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
ICSI proviene del inglés intracytoplasmic sperm injection, que significa inyección intracitoplasmática de espermatozoides.
Esta técnica consiste en elegir un espermatozoide con buena movilidad y aspirarlo en el interior de una aguja de microinyección. Posteriormente, el embriólogo introduce el espermatozoide seleccionado en el interior de un óvulo.
De esta manera, se busca favorecer que se produzca la unión de los gametos femenino y masculino, es decir, la fecundación.
Por tanto, para realizar la técnica FIV-ICSI solo es necesario la misma cantidad de espermatozoides que de óvulos a fecundar. Por esta razón, la ICSI es la técnica de elección cuando los problemas de fertilidad son debidos a un factor espermático en el varón.
La diferencia principal entre la inseminación artificial (IA) y la FIV es donde tiene lugar la fecundación. En el caso de la IA, la fecundación ocurre en el interior de la mujer, sin necesidad de extraer los óvulos. En cambio, en la FIV, los óvulos se extraen y son fecundados en el laboratorio para posteriormente transferir el embrión de mejor calidad al útero materno.
No obstante, la ICSI y la FIV convencional son técnicas de reproducción asistida similares que, únicamente, difieren en la forma de introducir el espermatozoide en el interior del óvulo:
Otra diferencia entre la FIV convencional y la FIV-ICSI es el precio, pues la mayor complejidad técnica implica un coste ligeramente superior de la ICSI. Pese a ello, en muchas clínicas de reproducción asistida el precio es el mismo para ambos procedimientos.
En este vídeo, el Dr. José León Tovar, ginecólogo del centro Ginemed de Huelva, nos explica las diferencias entre la FIV convencional y la ICSI.
El Dr. León nos cuenta en el vídeo:
La gran diferencia entre la FIV y la ICSI es que en la ICSI cada óvulo es microinyectado con un espermatozoide. Entonces, la fecundación es como más controlada. No es un depósito de óvulos, un depósito de espermatozoides, sino que a cada óvulo se le introduce un espermatozoide en su interior para evaluar la fecundación a las 24 horas.
Si quieres seguir leyendo acerca de las diferencias entre ambas técnicas, no olvides visitar el siguiente artículo: FIV o ICSI: ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué es mejor?
La aparición de la técnica ICSI supuso una revolución para tratar los casos de esterilidad por factor masculino severo. En estas situaciones, está indicado realizar la microinyección espermática debido a que es la opción terapéutica que ofrece mejores resultados para estos pacientes.
No obstante, también se opta por la ICSI en muchas parejas que recurren a la FIV con el objetivo de asegurar que la fecundación ocurre correctamente, pese a no tener un factor masculino severo. Por tanto, habrá que estudiar cada situación particular antes de indicar la mejor opción de tratamiento.
La elección de tu tratamiento no se trata solo de una decisión médica. Hay otros factores que debes tener en cuenta para asegurarte de que vas a iniciar el tratamiento que más se ajusta a tu situación.
Si accedes a nuestra guía Fertilidad con Cabeza podrás encontrar la clave para elegir tu tratamiento.
A continuación, se detallan algunas de las indicaciones más importantes para la realización de la FIV-ICSI.
Esta causa de infertilidad masculina se debe a la ausencia de espermatozoides en el semen eyaculado. Existen dos vías principales por las que esto ocurre:
Por tanto, el embarazo de forma natural no es posible si el varón es diagnosticado de azoospermia. Lo mejor será la FIV-ICSI, puesto que no se necesita una gran cantidad de espermatozoides, simplemente los mismos que óvulos se vayan a fecundar.
Puedes seguir leyendo más en detalle acerca de este tema si accedes al siguiente artículo: ¿Qué es la azoospermia? - Causas, diagnóstico y tratamiento
La oligozoospermia, también conocida como oligospermia, es una alteración seminal que hace referencia a una baja concentración de espermatozoides en el eyaculado. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda una cantidad igual o superior a los 15 millones de espermatozoides/ml de semen o una cantidad total superior a 39 millones de espermatozoides.
Existen distintos grados de oligospermia, siendo más severa cuanto más lejos esté del valor de referencia.
En los casos muy graves, hablamos de criptospermia o criptozoospermia, que hace referencia a concentraciones de espermatozoides por debajo de los 100.000 espermatozoides/ml de semen.
Si tienes interés en leer más acerca de esta alteración seminal, puedes pinchar en este enlace: ¿Qué es la oligospermia? - Causas, tipos y tratamientos
Esta alteración seminal, también llamada astenospermia, se refiere a un problema en la calidad de los espermatozoides en función de su movilidad. Según estipula la OMS, se considera astenozoospermia cuando la cantidad de espermatozoides con desplazamiento progresivo es inferior al 32%.
Además, una muestra de esperma será diagnosticada de astenozoospermia si la movilidad total (progresivo y no progresivo) es inferior al 40%.
Puedes leer más información sobre la alteración en la movilidad espermática en el siguiente artículo: ¿Qué es la astenozoospermia? - Definición, causas y tratamiento
La teratozoospermia o teratospermia hace referencia a problemas en la morfología de los espermatozoides. Según el criterio de Kruger, si una muestra seminal tiene más de un 85% de espermatozoides amorfos, se considera causa de esterilidad masculina.
En cambio, teniendo en cuenta el criterio de la OMS, se considera que una muestra de semen es teratozoospérmica cuando tiene más de un 96% de los espermatozoides con anomalías en la morfología.
Las alteraciones en la forma de los espermatozoides pueden provocar alteraciones en los desplazamientos, en la capacidad para penetrar en el óvulo o, incluso, dar lugar a embriones con alteraciones genéticas.
Si quieres obtener más información sobre esta alteración seminal, te recomendamos visitar el siguiente artículo: ¿Qué es la teratozoospermia? - Causas, tipos y tratamientos
Aparte de las alteraciones seminales anteriormente mencionadas, podemos encontrarnos casos de:
Por tanto, es posible detectar en el seminograma varios parámetros alterados en una misma muestra de esperma.
La ICSI también se aconseja en varones que se han realizado una vasectomía y en varones con alguna enfermedad infecciosa (VIH, hepatitis, etc.).
Otra situación común de aplicación de ICSI es el caso de varones con semen congelado previamente a un tratamiento oncológico (radioterapia o quimioterapia) o por imposibilidad de obtener un eyaculado en condiciones normales.
En relación a la esterilidad femenina, las causas por las que se suele recurrir a una técnica ICSI son menos numerosas. Se trata de casos en los que se ha obtenido un bajo número de ovocitos tras la punción ovárica por baja reserva ovárica, ovocitos con zona pelúcida engrosada o cuando hay una mala calidad ovocitaria.
Sin embargo, este es un tema controvertido, ya que muchos especialistas defienden que, en los casos en que los óvulos son más delicados, es más recomendable realizar una FIV convencional debido a que es más fisiológico y, por tanto, menos agresivo para los ovocitos.
Si deseas leer más información sobre las situaciones en las que se suelen aplicar la FIV-ICSI, puedes visitar el siguiente enlace: Indicaciones de la ICSI: ¿cuándo es necesario hacerla?
Los pasos a seguir en una ICSI son los mismos que para la FIV convencional. La única diferencia es en el momento de la fecundación de los ovocitos, como veremos a continuación:
Para conocer todas las etapas de este tratamiento con mejor detalle, puedes seguir leyendo en el siguiente post: ¿Cómo es el proceso de ICSI paso a paso? - Fases del tratamiento
En algunos casos, puede ser necesario utilizar otras técnicas para conseguir el embarazo o aumentar las probabilidades de éxito, como por ejemplo:
Estas técnicas no se hacen de manera rutinaria, sino que son técnicas complementarias y se debe evaluar, de manera personalizada, la conveniencia de realizar alguna de ellas.
La probabilidad de éxito de esta técnica varía en función de cada caso particular. Aunque son muchos los factores que pueden influir en la tasa de embarazo a través de la ICSI, la edad de la mujer que se somete al tratamiento es uno de los más influyentes.
Las tasas de gestación por transferencia utilizando óvulos propios en fresco publicadas en el último registro estadístico del 2022 de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) según la edad son las siguientes:
No obstante, la tasa de embarazo y la de parto no es la misma, ya que en algunos casos la gestación no llega a término.
Estas tasas son muy generales y que pueden cambiar no solo en función del caso de esterilidad de cada paciente, sino también del centro reproductivo donde se realice el tratamiento.
Además, se debe tener en cuenta qué datos se analizan a la hora de realizar las estadísticas. Por ejemplo, hay quienes consideran éxito un resultado positivo del test de embarazo y quienes hablan de éxito únicamente en caso de nacimiento del niño. Por eso, hay que prestar especial atención a la hora de comparar los resultados de los tratamientos de reproducción asistida entre diferentes clínicas.
Si deseas saber más sobre las tasas de éxito que se consiguen con esta técnica, en este enlace puedes obtener más información: Tasas de éxito y resultados del método ICSI
Los principales problemas que pueden surgir tras un tratamiento con ICSI son los siguientes:
En resumen, los riesgos de la FIV-ICSI son los mismos que pueden aparecer en un tratamiento de FIV convencional.
Los costes de un tratamiento FIV-ICSI, al igual que ocurre con cualquier técnica de reproducción asistida, son variables y pueden oscilar entre cifras muy distintas según el centro, la ciudad y las necesidades de cada situación de infertilidad.
Algunas particularidades, como tener que recurrir a la donación de óvulos o espermatozoides, realizar el DGP o hacer biopsia de testículo, pueden hacer variar sustancialmente el precio del tratamiento.
Para comparar si una clínica es realmente más cara que otra, no debes fijarte sólo en el precio final. Tienes que conocer lo que esconden los presupuestos, algo que ninguna clínica te va a contar.
Accede a nuestra guía Fertilidad con Cabeza para descubrirlo.
En cualquier caso y de forma generalizada, el precio de la ICSI es de entre 3.500 y 5.500 €. Generalmente, no hay distinción en el precio por realizar FIV convencional o ICSI, aunque puede que en algunas clínicas exista variación en función del método de fecundación aplicado.
Lo habitual es que el coste del tratamiento no incluya la medicación de estimulación ovárica, por lo que es importante informarse bien antes de iniciar el proceso. El coste de esta medicación hormonal variará en función del protocolo indicado por el médico y las dosis necesarias. No obstante, el coste de los fármacos hormonales suele ser de entre 1.000 y 1.200€.
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de plantearse el coste de una ICSI es la situación personal en la que se encuentra cada pareja o persona. El tratamiento puede resultar en éxito a la primera o, por el contrario, tener que repetir los ciclos en más de una ocasión. Por tanto, dependiendo del grado de infertilidad y de los intentos que se necesiten, el precio puede variar.
La microinyección espermática (ICSI) es una técnica alternativa a la FIV convencional para la fecundación del ovocito. Un espermatozoide es seleccionado e inyectado dentro de cada ovocito obtenido.
Las indicaciones unánimemente reconocidas de ICSI son:
Las dos técnicas son procedimientos utilizados en Reproducción Asistida y una técnica no es mejor que otra, todo dependerá del diagnóstico de la pareja a tratar.
En el caso de la FIV convencional ponemos en contacto el ovocito con una concentración determinada de espermatozoides para que sea el propio espermatozoide el que fecunde el ovocito, asemejándose más a la reproducción natural.
En muchos casos tenemos una calidad seminal alterada y no podemos utilizar la FIV, en esos casos se utiliza la ICSI que consiste en microinyectar un espermatozoide, seleccionado subjetivamente por el embriólogo, dentro del ovocito.
La complicación más frecuente es el embarazo múltiple determinado por el desarrollo de múltiples folículos en la inseminación intrauterina (IA) y la transferencia de 2 ó más embriones en la fecundación in-vitro (FIV).
El síndrome de hiperestimulación ovárica constituye una complicación menos frecuente, pero potencialmente grave para la cual detallamos las estrategias de prevención y manejo clínico. Además, se discuten las complicaciones derivadas de la aspiración folicular tales como hemorragia e infección entre otras.
Sin embargo, gracias al desarrollo de nuevas tecnologías farmacológicas y de laboratorio los procedimientos de reproducción asistida se realizan dentro de un marco de amplia seguridad
Cuando se va a aplicar el diagnóstico genético preimplantacional (DGP), la fecundación de los óvulos se realiza a través del método de ICSI para evitar posibles interferencias en los resultados del DGP.
En la FIV convencional, muchos espermatozoides que han intentado penetrar el óvulo quedan adheridos a la superficie de éste y su contenido genético puede ser arrastrado durante la biopsia embrionaria que se realiza en el DGP, pudiendo alterar el resultado final de esta técnica.
Dependerá de cada caso. Si en la biopsia testicular se consigue obtener al menos un espermatozoide de calidad por cada óvulo a fecundar, la probabilidad de éxito será alta. Si, por el contrario, no se encuentran espermatozoides vivos en la biopsia, no se podrá proceder a la microinyección.
Hay quienes logran el embarazo en el primer intento y quienes necesitan dos, tres, cuatro o más intentos para finalmente lograr el deseado embarazo. Son muchos los factores a considerar y, por ello, no es posible establecer un número de intentos general.
Algunos factores que influyen son la calidad de los óvulos y espermatozoides, la calidad embrionaria, la causa de infertilidad y el estado del endometrio, entre otros.
Sí, actualmente, la mayoría de unidades de reproducción asistida cuentan con microinyector y, por tanto, aplican la técnica de ICSI en los casos en que es necesario.
Los especialistas en reproducción asistida siempre intentan resolver los problemas de fertilidad acercándose lo más posible a la naturalidad del proceso reproductivo. En la técnica de FIV convencional, es el propio espermatozoide el que llega hasta el óvulo y lo penetra por sus propios medios. Por el contrario, en la FIV-ICSI, es el profesional el que deposita directamente el espermatozoide en el interior del ovulo. Por tanto, la FIV, se acerca más al proceso natural de búsqueda del embarazo.
Además, en la FIV convencional, existe selección natural del espermatozoide, que en ICSI se hace por criterio del especialista. Si un espermatozoide es capaz de fecundar al óvulo por si solo, ello indica que es de buena calidad y, por tanto, que lo más probable es que dé lugar a embriones viables.
Por otra parte, en ICSI damos un paso más y permitimos que espermatozoides con problemas de calidad sean capaces de fecundar. Por ejemplo, espermatozoides con problemas de movilidad pero viables en cuanto a otros aspectos de forma natural o a través de FIV convencional no lograrán fecundar al óvulo pero sí lo harán mediante la ICSI.
Una variante de la ICSI es la microinyección fisiológica. Si quieres saber más sobre este tema, te aconsejamos visitar el siguiente artículo: Microinyección fisiológica o PICSI: indicaciones y ventajas
Por otra parte, si deseas más información sobre otros tratamientos de reproducción asistida, la encontrarás en este artículo: Las técnicas de reproducción asistida: diferencias y complejidad
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