Los cambios hormonales propios del embarazo y el agudizamiento del olfato y del gusto llevan a que la embarazada pueda desarrollar antojos y aversiones por alimentos, siendo esto bastante frecuente.
Los antojos son la apetencia exagerada por un alimento o plato, mientras que las aversiones serían el rechazo a un alimento (incluso, por su olor) que antes se tomaba de manera habitual.
Sin embargo, si la embarazada experimenta este cambio en las preferencias por las comidas, es importante tener en cuenta que la dieta siga siendo variada y equilibrada para evitar las carencias nutricionales.
Puedes leer el artículo completo en: ¿A qué se debe la acidez y otras molestias digestivas en el embarazo? ( 268).
Por Silvia Azaña Gutiérrez (embrióloga).
Última actualización: 07/03/2023