Después de la transferencia embrionaria en un tratamiento de fecundación in vitro (FIV), es muy habitual en las pacientes la preocupación por si deben realizar reposo.
Una vez que se ha llegado a este punto del tratamiento, el miedo a hacer cualquier actividad que pueda afectar al embrión y a su implantación en el útero es normal. Sin embargo, en este artículo veremos los motivos por los que el reposo no es necesario después de una FIV.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
Después de una transferencia embrionaria, el proceso por el que el embrión se deposita en el útero cuando se realiza una técnica de reproducción asistida como la FIV convencional o ICSI, es muy habitual que la paciente pregunte si debe hacer reposo. La respuesta es que no es necesario, siempre y cuando el especialista no haya indicado expresamente que sí debe hacerse.
En muchas clínicas de fertilidad recomiendan a sus pacientes un breve reposo después de la transferencia embrionaria. Este tiempo puede oscilar entre 5-30 minutos. Así, la paciente se tranquiliza, aunque la transferencia de embriones al útero es indolora y no requiere anestesia.
La mayoría de pacientes cometen el mismo error a la hora de elegir clínica de reproducción asistida.
Si accedes a nuestra guía Fertilidad con Cabeza te explicaremos cuál es el error más común para que puedas evitarlo.
Cuando la mujer abandona la clínica, puede llevar una vida normal y mantener sus rutinas diarias. Sin embargo, sí que es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones:
Si la paciente sigue todos los consejos del especialista después de la transferencia embrionaria, no debe preocuparse por si el embrión va a ser expulsado. Si finalmente la prueba de embarazo es negativa, la paciente tampoco debe sentirse culpable por no haber hecho reposo absoluto. No hay evidencia científica que demuestre que el reposo tras la transferencia embrionaria mejore los resultados de un tratamiento de FIV.
Una vez que el embrión ha sido depositado en el útero, hay que esperar a uno de los momentos más decisivos del tratamiento de reproducción asistida: la prueba de embarazo. Este periodo es conocido como betaespera y suele durar entre 12-15 días, tiempo necesario para que el resultado de la prueba de embarazo sea fiable.
Pese a que el test de embarazo es un momento importante, la paciente debe estar relajada y no obsesionarse con el posible resultado durante la betaespera. Esto podría causar un aumento de los niveles de estrés y ansiedad, lo que sería contraproducente para el éxito del tratamiento.
Por todo ello, la recomendación general de los especialistas es realizar vida normal, mantenerse ocupada sin hacer grandes esfuerzos físicos y estar tranquila en todo momento.
Hace un tiempo se decía que tras la fecundación in vitro debía de realizarse reposo, al menos durante dos días, pues habitualmente las transferencias embrionarias se realizaban en día 3 del desarrollo embrionario, por lo que la implantación embrionaria tenía lugar en aproximadamente dos días. Así, se pensaba que los esfuerzos físicos podrían ser contraproducentes para el proceso de implantación de unos embriones que de forma natural estarían viajando por las trompas de Falopio, mientras que en una FIV quedaban libres en la cavidad uterina.
Con la llegada de las transferencias en día 5, este concepto se ha ido abandonado poco a poco. Sin embargo, todavía existen centros que recomiendan reposo a sus pacientes tras la transferencia, de al menos un día.
En la actualidad existen estudios científicos que demuestran que no es necesario ningún tipo de reposo tras realizar una FIV. De hecho, muchas pacientes internacionales vuelan a sus países de origen el mismo día de la transferencia, sin que eso suponga una disminución de sus probabilidades de embarazo.
De esta forma, una mujer puede reincorporarse a su vida habitual tras la finalización de su Fecundación In Vitro, por supuesto, usando el sentido común y evitando esfuerzos que no son habituales en ella. Por ejemplo, los días posteriores a una FIV, no deben ser utilizados para iniciar actividades para las que la mujer no esté ya entrenada y/o para batir marcas deportivas.
Es importante que estés tranquila y no te obsesiones por el resultado.
Puedes salir a caminar, reunirte con amigas y hacer una vida normal, sin esfuerzos físicos, que te mantenga activa y sin pensar en la prueba de embarazo.
Además, en este artículo encontrarás más recomendaciones para después de la transferencia embrionaria: Después de la transferencia embrionaria: recomendaciones y síntomas
El tabaco puede afectar no solo al desarrollo embrionario y fetal en caso de embarazo, sino también a la fertilidad en la búsqueda del mismo. Por ello, no se recomienda fumar ni antes ni tampoco tras la transferencia de los embriones.
Si deseas obtener más información y recomendaciones sobre qué hacer después de la transferencia embrionaria, te aconsejamos que leas este artículo: Después de la transferencia embrionaria: recomendaciones y síntomas
Si lo que necesitas es más información sobre el proceso de la transferencia embrionaria, puedes visitar este enlace: La transferencia de embriones: cuándo y cómo se hace
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