La inseminación artificial (IA) es uno de los tratamientos más sencillos de reproducción asistida, por lo que sus tasas de éxito no son muy elevadas, sobre todo en el primer intento.
Aún así, todas las mujeres y parejas que cumplan con los requisitos para poder hacer una inseminación artificial tienen posibilidad de conseguir el embarazo.
Además, la probabilidad de embarazo de la IA aumenta tras el primer intento, por lo que la mujer podría quedarse embarazada en el segundo, tercer o cuarto ciclo. Esto es lo que se conoce como tasa de éxito acumulativa.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
El tratamiento de IA supone una pequeña ayuda al proceso natural de concepción, ya que simplemente consiste en depositar los espermatozoides procedentes del hombre en el útero de la mujer. Sin embargo, son los propios espermatozoides los que han de desplazarse por las trompas de Falopio para llegar hasta el óvulo y fecundarlo.
Por esta razón, la inseminación artificial solamente se aconseja en casos leves de infertilidad, cuando la mujer es joven y su reserva ovárica aún no está comprometida.
Gracias a la inseminación artificial, en el año 2022 lograron nacer 5.098 bebés en España respecto de los 5.565 que nacieron en 2021, según los últimos datos publicados por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF).
La IA también suele ser la primera técnica de reproducción asistida indicada cuando la pareja acude a una clínica de fertilidad, siempre que sea posible y haya posibilidades de éxito, pues es el tratamiento reproductivo más sencillo y económico.
Para poder llevar a cabo la inseminación artificial, es necesario que tanto la mujer como el hombre se realicen algunas pruebas de fertilidad para asegurarse de que cumplen los siguientes requisitos:
Si se cumplen estas 3 exigencias básicas, la inseminación artificial puede ser la solución definitiva al problema reproductivo.
La elección de tu tratamiento no se trata solo de una decisión médica. Hay otros factores que debes tener en cuenta para asegurarte de que vas a iniciar el tratamiento que más se ajusta a tu situación.
Si accedes a nuestra guía Fertilidad con Cabeza podrás encontrar la clave para elegir tu tratamiento.
Para obtener más información detallada sobre esto, puedes seguir leyendo aquí: Requisitos básicos para la inseminación artificial intrauterina.
A pesar de todo lo comentado hasta ahora, no todas las personas que cumplen con los requisitos de la IA van a poder conseguir el embarazo con este tratamiento de fertilidad.
El éxito de la inseminación artificial depende de muchos otros factores relacionados con la pareja o con el tratamiento. Los comentamos a continuación:
Es fundamental que el endometrio tenga un aspecto trilaminar (se ven tres capas paralelas en la ecografía) y un grosor aproximado de 8-10 mm. Si el endometrio no tiene las cualidades adecuadas para la implantación, ésta no ocurrirá y la inseminación artificial será fallida.
Es importante saber que existen diferentes formas de expresar el éxito de un tratamiento de reproducción asistida, tal y como comentamos a continuación:
Por todo esto, la tasa de recién nacido vivo es la más importante. Sin embargo, la SEF solamente aporta datos sobre la tasa de embarazo y la tasa de parto para cada tipo de IA, por lo que son los porcentaje que aportaremos a continuación (Registro Nacional de Actividad 2022-Registro SEF).
Según el último informe publicado por la SEF con los resultados que obtuvieron los centros españoles en el año 2022, la inseminación artificial con semen de la pareja (IAC) cuenta con los siguientes porcentajes de éxito en función de la edad de la mujer:
Es muy probable que la mujer no consiga el embarazo en la primera inseminación artificial. No obstante, la tasa acumulativa de la IAC tras cuatro intentos alcanza hasta el 60%, por lo que la pareja podría lograr el embarazo en el segundo, tercer o cuarto intento.
En caso de tener que recurrir al semen de un donante anónimo para hacer la inseminación artificial, la probabilidad que tienen la mujer para quedarse embarazada y dar a luz a un bebé en función de su edad es la siguiente:
Al igual que en el caso anterior, la IAD cuenta con una tasa de embarazo acumulada que puede llegar hasta el 80% tras cuatro intentos.
Los datos estadísticos de este artículo no deben utilizarse para implicar o predecir una certeza de resultado para un individuo específico dentro de una población en riesgo.
Como hemos señalado, los especialistas recomiendan un número máximo de 4 intentos de inseminación artificial antes de pasar a otros tratamientos más complejos.
Numerosos estudios han comprobado que, a partir del cuarto tratamiento de inseminación artificial, la tasa de embarazo no mejora y, por tanto, no tiene sentido seguir aplicando este método. En este caso, se deberá pasar a procesos de fecundación in vitro (FIV).
No obstante, hay una excepción en el caso de las mujeres solteras y parejas de mujeres homosexuales, a las cuales se les puede indicar hasta un máximo de 6 intentos de IAD.
El motivo es que estas mujeres, en principio, no presentan ningún problema de infertilidad, solamente la ausencia de pareja masculina.
Después de unos 15 días de betaespera, la prueba de embarazo permitirá descubrir si la inseminación artificial ha sido o no exitosa. Se basa en medir la hormona beta-hCG, liberada por el embrión después de su implantación.
Para evitar errores en el resultado, se recomienda no hacer el test de embarazo antes de haber pasado los 15 días desde la IA, ya que habría posibilidades de obtener un falso negativo por no haber suficiente cantidad de beta-hCG.
Por otra parte, la prueba de embarazo en sangre es más específica que el test de orina y da lugar a menos errores. En cualquier caso, la confirmación definitiva del embarazo no la tendremos hasta ver el saco gestacional y el embrión en la ecografía de la semana 6 o 7.
La Dra. Nuria Gil, ginecóloga en HM Fertility Center Puerta del Sur, nos cuenta en este vídeo todos los aspectos relacionados con la probabilidad de embarazo de la inseminación artificial (IA).
Tal y como nos dice la doctora:
La inseminación artificial es una técnica de reproducción asistida de baja complejidad. Siempre y cuando la indicación de la inseminación sea correcta, podemos alcanzar una tasa acumulada de embarazo desde un 20 a un 38%
Sí es posible el embarazo tras una IA, aunque el cuello uterino esté ligeramente cerrado. La cánula que se utiliza para la inseminación es estrecha y es capaz de pasar a través del cérvix, pese a que sea complicado.
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Tras haber realizado tres ciclos de IAD sin éxito y, habiéndose descartado patología tubárica y endometrial activa, constituyendo una entidad sin causa aparente, es recomendable optar por una fecundación in vitro (FIV). Esta opción reproductiva aportará información precisa sobre la calidad de los óvulos, fecundación y evolución embrionaria.
No, los síntomas son los generales de cualquier embarazo y suelen aparecer aproximadamente a los 15 días de la inseminación. Entre los más frecuentes se encuentran las nauseas o vómitos, cansancio, sueño… pero no difieren de los que produce un embarazo natural.
La edad es uno de los factores que más influye en el éxito de la inseminación artificial. Ya no solo por la inseminación artificial en sí o por el número y/o calidad ovocitaria (reserva ovárica), sino también por el endometrio, ya que conseguir el grosor adecuado para que el embrión formado sea capaz de implantar se vuelve más complicado.
A partir de los 35 años, la reserva ovárica disminuye y, por tanto, la probabilidad de que un óvulo sea fecundado por un espermatozoides se ve reducida de forma importante, especialmente a partir de los 40 años.
No se recomienda hacer una inseminación a partir de los 35-37 años, ya que la probabilidad de embarazo es tan baja (menos del 10%) que no merece la pena que la paciente pase por todo el proceso. En estos casos se recomienda directamente una fecundación in vitro.
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En el proceso de inseminación artificial, la fecundación tiene lugar en las trompas de Falopio y, por ello, es necesario que al menos una de ellas sea permeable, es decir, permita el encuentro de óvulo y espermatozoide.
Si solo una de las trompas es funcional, lograr el embarazo es más complicado, pero no imposible, ya que la fecundación puede tener lugar en la otra trompa.
Dependerá del grado de la localización y extensión de la endometriosis. Si se trata de un caso leve o moderado entonces podría producirse un embarazo mediante esta técnica.
Por el contrario, en los casos graves es muy probable que las trompas de Falopio estén obstruidas por la afección y no dejen llegar a los espermatozoides, así como que haya afectado al endometrio y el embrión tenga serias dificultades para poder implantar.
Sí. Los ovarios poliquísticos pueden dar problemas fertilidad debido a que suelen causar alteraciones de la ovulación, pero con un tratamiento de estimulación ovárica suave puede la mujer conseguir regular sus ciclos y con ello el embarazo, ya sea de forma natural o por inseminación artificial
Marta Barranquero, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta en este vídeo el significado de la tasa de éxito acumulativa de la inseminación artificial (IA):
La tasa de éxito acumulativa de la inseminación artificial significa que aumenta la probabilidad de embarazo con el número de ciclos. Sin embargo, se ha visto que a partir del cuarto intento de inseminación, no hay diferencias significativas en la probabilidad de embarazo. Por ello, llegado este momento, lo recomendable sería pasar a una fecundación in vitro (FIV). No obstante, en el caso de las parejas de mujeres o mujeres que deciden ser mamás en solitario, se puede llevar a cabo hasta 6 intentos de inseminación artificial. Esto es porque, en principio, no hay un problema de fertilidad, sino que únicamente hay ausencia de pareja masculina.
Además, debes tener en cuenta que la tasa acumulativa de la inseminación artificial no implica que los ciclos se tengan que hacer de manera consecutiva necesariamente. Por lo tanto, no hay ningún problema si te haces una inseminación artificial y la siguiente se realiza pasados, por ejemplo, 2 o 3 meses. En resumen, a mayor número de ciclos de inseminación, mayor será la probabilidad de lograr un embarazo.
No. Puesto que la fecundación y el desarrollo embrionario temprano ocurren dentro de la mujer no hay posibilidad de manipular los embriones para analizar su contenido genético, por lo que no se puede seleccionar el sexo del bebé.
Aunque los estudios indican un aumento de la probabilidad de embarazo hasta el cuarto intento de inseminación artificial, dependiendo de cada caso, es probable que tras tres inseminaciones artificiales sin éxito, el especialista recomiende intentar el embarazo con la fecundación in vitro. Esto dependerá de cada situación y de aspectos como las condiciones de infertilidad, la edad de la mujer, las causas por las que las otras IA han fallado, etc.
En este artículo hemos insistido en la importancia de hacer la inseminación artificial solo en las personas para las que está indicada. De lo contrario, será complicado obtener buenos resultados. ¿Quieres saber cuáles son las indicaciones principales? Pincha en este enlace: ¿Cuándo se recomienda hacer la inseminación artificial?
Por otra parte, hemos visto que la probabilidad de embarazo varía, entre otras cosas, en función del tipo de inseminación que realicemos: conyugal o de donante. También el precio de estos dos tratamientos es diferente, tal y como puedes comprobar es este artículo: ¿Cuál es el precio de la inseminación artificial?
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