Cáncer de endometrio o carcinoma endometrial: síntomas y diagnóstico
El cáncer de endometrio es uno de los más comunes del aparato reproductor femenino. Lo padecen entre una y dos mujeres por cada 100, generalmente mujeres con más de 50 años de edad.
La mayoría de casos de este tipo de cáncer con detectados en estadios iniciales de buen pronóstico diagnosticados tras la revisión de los síntomas más comunes asociados a esta patología como el sangrado vaginal anormal no relacionado con la menstruación o el sangrado tras haber entrado ya en la menopausia.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
Índice
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¿Qué es el endometrio?
El útero es el órgano fundamental para que pueda tener lugar el embarazo, puesto que es donde implantará el embrión tras la fecundación y donde se desarrollará el feto. Principalmente, el útero se divide en el cuerpo del útero y en el cérvix o cuello uterino.
A su vez, el cuerpo del útero está formado por tres capas:
- La serosa o perimetrio que rodea la parte externa del útero.
- La capa muscular conocida como miometrio.
- El revestimiento interno llamado endometrio.
El espesor del revestimiento uterino, es decir, del endometrio, aumenta en cada ciclo menstrual.
Su objetivo es dar alojamiento al embrión en caso de que tenga lugar la fecundación e implantación embrionaria, es decir, en caso de que se produzca el embarazo.
Si el embrión logra implantar en el endometrio y la gestación sigue su curso, la placenta se formará a partir del tejido endometrial.
Si por el contrario, no hay fecundación ni implantación embrionaria, el embarazo no se produce. Por tanto, el endometrio se desprende en forma de sangrado o hemorragia que se expulsa al exterior por la vaginal. Esto es lo que ocasiona la regla o menstruación.
¿Por qué se produce el cáncer de endometrio?
El cáncer de endometrio afecta, mayoritariamente, a mujeres en edad menopáusica o premenopausia. Por este motivo, las mujeres con edad superior a los 50 años tienen más riesgo de sufrir cáncer endometrial. Sin embargo, esto no quiere decir que todas las mujeres mayores de 50 años vayan a padecer esta enfermedad.
No se debe confundir el cáncer endometrial con el cáncer de cérvix, ya que este último afecta a la parte inferior que conecta con la vagina.
Esta enfermedad está causada por una alteración en las células del endometrio y resulta el tipo de cáncer uterino más habitual. Al producirse mutaciones en las células endometriales se convierten en malignas y proliferan a gran velocidad. Esto provoca su acumulación formando una masa o tumor, el cual puede invadir otros tejidos aparte del endometrio.
A continuación, se enumeran algunos factores de riesgo para el desarrollo del cáncer endometrial:
- Cambios hormonales.
- No haber conseguido nunca un embarazo.
- Edad avanzada.
- Obesidad.
Además, la terapia hormonal contra el cáncer de mama, especialmente, la administración de tamoxifeno también incrementaría el riesgo de padecer cáncer de endometrio. Del mismo modo, el síndrome de Lynch provoca mayor tendencia a desarrollar tumores malignos y, entre ellos, cáncer endometrial.
¿Cuáles son los síntomas más habituales?
Uno de los primeros síntomas y más comunes (90%) relacionado con el cáncer de endometrio es el sangrado vaginal anormal o como hemos indicado antes. Esto quiere decir que una sospecha de posible cáncer de endometrio sería los sangrados entre reglas o las hemorragias después de la menopausia.
Sin embargo, este síntoma no es específico del cáncer endometrial, ya que otros procesos no cancerosos también podrían ser motivos de los sangrados irregulares.
Por ello, en cualquier caso, si la mujer sufre sangrados irregulares, lo mejor será consultarlo con el especialista para que evalúe la causa.
Otros síntomas que pueden aparecer en mujeres que sufren cáncer endometrial y deben servir de alarma son los siguientes:
- Dolor o calambres pélvicos.
- Molestias al orinar.
- Dispareunia o dolor durante las relaciones sexuales.
Además, si el cáncer endometrial está bastante avanzado, tal vez la mujer note un bulto o masa y empiece a perder peso rápidamente.
En mujeres de edad más avanzada, la presencia de puso en los genitales también puede hacer sospechar de cáncer endometrial. Si se produce un estrechamiento del cérvix es posible que se acumule material maligno o necrosado en el interior.
¿Cómo se diagnostica el cáncer endometrial?
Normalmente, el cáncer endometrial es detectado de manera precoz puesto que suele ocasionar sangrado vaginal de forma anormal.
Por ello, con un diagnóstico precoz, el pronóstico de este tipo de cáncer es bastante bueno.
Los principales análisis y pruebas que se realizan para la detección y el diagnóstico del cáncer endometrial son:
- Antecedentes médicos: se investigan los antecedentes de salud tanto propios de la paciente como de su familia para poder identificar los riesgos de padecer este tipo de cáncer.
- Estudio ginecológico: con el objetivo de identificar irregularidades.
- Examen ecográfico: se realiza una ecografía transvaginal para conocer el estado de la vagina, el útero, las trompas de Falopio y la vejiga. En caso de sospechas de extensión fuera del útero se harán pruebas de imagen complementarias como el TAC.
- Examen histopatológico: se toma una muestra de tejido mediante biopsia de endometrio o dilatación y legrado para analizar en el laboratorio si las células son malignas y así confirmar el diagnóstico de cáncer.
Cuando el especialista confirma la presencia de un tumor cancerígeno en el endometrio, deberá evaluar si se ha producido su diseminación. Para ello, solicitará una resonancia magnética (RMN) y, si lo considera necesario, aplicaría un material de contraste para observar algunos tejidos de forma más clara.
Otras pruebas complementarias los rayos X y la exploración PET en el diagnóstico de cualquier tipo de cáncer.
Estadios del cáncer endometrial
El siguiente paso al diagnóstico del cáncer endometrial es estudiar si se ha producido su propagación a otros tejidos, es decir, tendrá que determinar la etapa en la que se encuentra el cáncer. Esto es lo que se denomina estadificación.
La clasificación del cáncer endometrial en un estadio u otro dependerá de tres aspectos principalmente: extensión del tumor, propagación a los nódulos linfáticos adyacentes, metástasis.
Teniendo en cuenta esto, el cáncer endometrial se clasifica en:
- Estadio I: cáncer está localizado en el endometrio, pero no se propaga a los ganglios linfáticos ni existe metástasis. Este estadio cancerígeno se subdivide en estadio IA y IB. En el primer caso, el cáncer solo afecta al endometrio o a la mitad del miometrio. En cambio, el estadio IIB afecta a más zona del miometrio.
- Estadio II: se produce diseminación del cáncer hacia el tejido conjuntivo del cérvix. Sin embargo, el cáncer no sale del útero ni hay metástasis.
- Estadio III: el cáncer está diseminado, pero sin llegar más allá de la pelvis. En este caso, se clasifica en IIIA si afecta al útero, trompas de Falopio, ovarios y ligamentos uterinos. Si el cáncer está diseminado a la vagina o al tejido conjuntivo que envuelve al útero (parametrio) entonces sería clasificado como estadio IIIB. Por último, cuando el cáncer se propaga a los ganglios linfático se produciría estadio IIIC del cáncer endometrial.
- Estadio IV: se divide en IVA cuando el cáncer se propaga a la vejiga y la pared intestinal y en IVB si se produce metástasis por todo el cuerpo.
Por tanto, la forma más grave de cáncer endometrial sería la de estadio IV. Pese a ello, la esperanza de vida de las mujeres con cáncer endometrial es bastante elevada, especialmente si es un cáncer localizado.
Tratamiento
La mejor forma para tratar el cáncer endometrial es estableciendo su diagnóstico de manera precoz, pero a la vez habrá que tener en cuenta el estadio del cáncer y su localización.
Una opción terapéutica para el cáncer endometrial es la cirugía. Esto conlleva a la extirpación del útero (histerectomía) y, en ocasiones, también se extraen los ovarios y las trompas de Falopio si el cáncer se ha extendido. Se trata del tratamiento más común para mujeres que se encuentran en estadios tempranos de cáncer endometrial. Sin embargo, esta opción de tratamiento provocaría que la mujer no pueda cumplir su deseo de maternidad en el futuro.
Otra alternativa sería el uso de radioterapia y/o quimioterapia. Además, la terapia hormonal podría frenar la acción de las hormonas, lo que ocasionaría un bloqueo en la proliferación celular. Las terapias dirigidas donde se utilizan anticuerpos monoclonales o inhibidores también podrían ser de utilidad a la hora de tratar el cáncer endometrial.
Preguntas de los usuarios
¿Cómo se clasifican según la histología el cáncer endometrial?
Histológicamente, el cáncer de endometrio se puede clasificar en dos grupos:
- Cáncer endometrial tipo I: es el tipo de carcionoma endometrial más frecuente, ya que se encuentra en un 70-80% de los casos diagnosticados. Este tipo de cáncer suele estar relacionado con la obesidad y el exceso de estrógenos. Antes de desarrollarse este tipo de cáncer, la mujer suele presentar hiperplasia endometrial.
- Cáncer endometrial tipo II: este tipo de tumor va precedido de hiperplasia endometrial atípica. Su frecuencia es inferior, ya que solo afecta a un 20-30% de los casos.
¿En qué casos está indicada la conización uterina?
La conización del útero se realiza en aquellas mujeres que se encuentran en algunas de las siguientes situaciones:
- Mujeres que han sido diagnosticadas de cáncer de útero en estadios iniciales.
- Mujeres que presentan indicios de patología precancerosa.
- Mujeres con una lesión en el cuello uterino sin un diagnóstico claro.
- Mujeres con lesiones persistentes en el cérvix debido a una infección por el VPH.
Lecturas recomendadas
Tal y como hemos comentado a lo largo del artículo, las características del endometrio son fundamentales a la hora de la implantación embrionaria en una transferencia embrionaria. Si deseas obtener más información acerca de este tema, te recomendamos visitar el siguiente artículo: ¿Por qué es importante el endometrio en reproducción asistida?
Por otro lado, si te han diagnosticado otro tipo de cáncer que puede afectar a tu capacidad reproductiva, lo aconsejable sería intentar preservar la fertilidad. Puede leer más información sobre ello, aquí: Preservación de la fertilidad en mujeres con cáncer.
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