Next Fertility Vitoria responde a nuestros lectores
El síndrome de Klinefelter o 47,XXY es una alteración genética que se desarrolla por la separación incorrecta de los cromosomas homólogos durante la meiosis que dan lugar a los gametos de uno de los progenitores o también puede darse en las primeras divisiones del cigoto.
Los varones afectos padecen de hipogonadismo hipergonadotrópico, ginecomastia, dificultades en el aprendizaje e infertilidad. Es la enfermedad genética más común en varones. Algunos hombres no presentan síntomas y no saben que padecen esta condición hasta la edad adulta al presentarse infertilidad.
El óvulo es el gameto femenino que será fecundado por el gameto masculino, es decir, por el espermatozoide.
Los gametos son células haploides (23 cromosomas), poseen la mitad de la dotación cromosómica que el resto de las células que son diploides (46 cromosomas).
La unión de los dos gametos forma el cigoto (diploide, 46 cromosomas), en el cual observamos el pronúcleo femenino (23 cromosomas) y el masculino (23 cromosomas).
En el caso de que el hombre esté afecto por VIH, se procede a realizar un “lavado seminal”, con el cual eliminaremos el plasma seminal y, de este modo, nos quedaremos con los espermatozoides. Gracias a esta técnica, logramos eliminar el virus.
Tras el lavado, mediante la PCR (reacción en cadena de la polimerasa, PCR por su su nombre en inglés, Polymerase Chain Reaction) analizaremos si han quedado copias del virus. Si la PCR nos da negativa o el número de copias es bajo, la muestra de semen podrá ser utilizada. En este caso, nuestra recomendación es recurrir a la ICSI, ya que, en el lavado seminal, disminuiremos notoriamente la concentración seminal y su movilidad.
La medicación necesaria para un tratamiento de Fecundación in vitro estará cubierta siempre y cuando el tratamiento se haga en la seguridad social. Si se acude a un centro privado de Reproducción Asistida, la medicación correrá a cargo de los propios pacientes.
El hipospadias es un defecto de nacimiento en los varones, en el que el meato urinario no se encuentra situado en la punta del pene. Este meato se puede encontrar en cualquier zona desde la punta del pene hasta el escroto. Nos podemos encontrar con hipospadias leves o más graves.
El hecho de haber tenido abortos de repetición no tiene que ver con el día de la transferencia embrionaria. En la mayoría de los casos, tendrá que ver con la dotación cromosómica de los embriones.
Por ello, el tratamiento idóneo para estos casos sería una fecundación in vitro con Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP). El DGP consiste en analizar unas 6-8 células de cada embrión y analizarlas. Con esta técnica, sabremos qué embriones son cromosómicamente normales y cuáles no lo son.
Hablamos de cultivo largo cuando dejamos los embriones en nuestros incubadores hasta el día 5-6 de desarrollo embrionario, es el llamado estadio de blastocisto. De esta manera, conseguimos seleccionar más exhaustivamente los embriones. El hecho de llegar a este día significa que el embrión tiene más posibilidades de embarazar, ya que ha aguantado más tiempo en el laboratorio. Las tasas de embarazo son dependientes de la edad.
Una de las posibilidades dentro del Consentimiento Informado es la de donar vuestros embriones con fines reproductivos a otro paciente/s. Esos embriones pasan a formar parte del banco propio de Centro. La donación de embriones será por parte del Centro a la paciente/pareja receptora, a la que se le recuerda el carácter gratuito, secreto y anónimo de la donación de embriones y su naturaleza de acto voluntario, altruista y desinteresado. Igualmente, en vuestro caso, no podréis saber a quién han sido donados.
Las dos técnicas son procedimientos utilizados en Reproducción Asistida y una técnica no es mejor que otra, todo dependerá del diagnóstico de la pareja a tratar.
En el caso de la FIV convencional ponemos en contacto el ovocito con una concentración determinada de espermatozoides para que sea el propio espermatozoide el que fecunde el ovocito, asemejándose más a la reproducción natural.
En muchos casos tenemos una calidad seminal alterada y no podemos utilizar la FIV, en esos casos se utiliza la ICSI que consiste en microinyectar un espermatozoide, seleccionado subjetivamente por el embriólogo, dentro del ovocito.