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No necesariamente. Un ciclo de estimulación ovárica puede comenzar entre el 1º y 4º día de la regla sin usar anticonceptivos. Sin embargo, tienen muchas utilidades en nuestra especialidad.
Con el fin de poder fecundar más de un ovocito en un ciclo de reproducción asistida, a la mujer se le estimula el ovario con fármacos.
El número de ovocitos necesarios dependerá del tratamiento. Así, para una inseminación artificial, necesitaremos 1 o 2, mientras que para una FIV/ICSI preferiremos tener alrededor de 10.
En muchas ocasiones, y por distintas razones, el ovario de la paciente no responde a la medicación y permite obtener pocos ovocitos (menos de 5). En estos casos, podemos recurrir a varias estrategias:
- Cancelar el ciclo antes de la punción folicular e intentar una estimulación ovárica con un protocolo de estimulación distinto.
- Vitrificar los ovocitos para acumular una mayor cantidad en varios ciclos.
- Vitrificar embriones para poder transferir 2 en un nuevo ciclo.
Todo dependerá de la historia de la pareja.
Según la OMS, se considera que un parto es prematuro o pretérmino cuando el nacimiento ocurre con anterioridad a la semana 37 de embarazo.
Algunas de las causas más habituales relacionadas con el nacimiento de un bebé prematuro son:
- Sobredistensión uterina: pérdida del tono muscular del útero que impide que este órgano recupere su tamaño natural.
- Infección o inflamación uterina: ciertos componentes bacterianos pueden dañar las membranas fetales provocando su ruptura y desencadenando el parto prematuro. Una infección que afecte específicamente al útero también puede causar un parto pretérmino.
- Hemorragia decidual: es un tipo de sangrado vaginal que puede ocurrir durante el embarazo.
Existen numerosos factores de riesgo para que un parto sea prematuro, desde la obesidad, la hipertensión arterial, etc. El embarazo múltiple es uno de estos factores.
Las reacciones frecuentes de Puregon son transitorias y de carácter leve como, por ejemplo, el dolor de cabeza, la distensión abdominal y las reacciones en la zona de inyección.
El síndrome de hiperestimulación ovárica podría desencadenar problemas más graves si no se cancela la punción folicular una vez detectado. Por tanto, lo más recomendable en este caso es cancelar el ciclo y esperar la bajada de la menstruación para la desaparición total de este síndrome.
La inseminación artificial (IA) es el tratamiento indicado para pacientes jóvenes con endometriosis leve (grado I y II). Para que este tratamiento se pueda realizar es necesario que las trompas de Falopio no estén obstruidas. Sin embargo, las últimas publicaciones dejan muy en entredicho a la IA. La última revisión europea sobre tasa media de embarazo en el año 2016-2017 de IAC (conyugal) no supera el 14% de éxito por intento. Por tanto, tendría que estar muy justificado realizar la IAC en casos de endometriosis aunque sea leve.
La fecundación in vitro sería la técnica de elección para pacientes con una afectación mayor de la endometriosis, tipo III o IV, así como cuando la IA ha fallado en las mujeres que tenían mejor pronóstico.