El test de receptividad endometrial, también conocido como Test ERA o ERA Test por sus siglas en inglés Endometrial Receptivity Array, es un examen diagnóstico molecular que se emplea para determinar el estado de receptividad del endometrio.
Gracias a este examen, es menos probable que se produzcan fallos de implantación en los tratamientos de fecundación in vitro (FIV). El test ERA permite determinar el día más adecuado para realizar la transferencia embrionaria, aumentando la probabilidad de embarazo.
Por tanto, el test de receptividad endometrial está aconsejado en pacientes con fallos de implantación embrionaria aun teniendo embriones de buena calidad principalmente. No obstante, esta prueba está disponible en todos los casos.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
Antes de explicar en qué consiste el test ERA, es conveniente introducir unos conceptos necesarios para comprender mejor cuál es la finalidad del mismo.
El endometrio es la capa mucosa que recubre internamente el útero. Gracias a la acción de las hormonas sexuales femeninas, estradiol y progesterona, el endometrio se engrosa conforme avanza el ciclo menstrual y adquiere numerosas glándulas que secretan sustancias para favorecer la implantación del embrión.
La receptividad endometrial, por tanto, hace alusión a la capacidad del endometrio de interaccionar con el embrión para que se produzca la implantación. Esta propiedad del endometrio varía a lo largo del ciclo menstrual.
Debido a esto, la implantación embrionaria no se puede producir en cualquier momento del ciclo de la mujer, sino que queda restringida a un periodo concreto del mismo conocido con el nombre de ventana de implantación.
La ventana de implantación hace referencia al periodo de tiempo en el que el endometrio se encuentra receptivo. En ese periodo, el endometrio ya ha adquirido las características morfológicas y funcionales necesarias para que el embrión pueda adherirse a él e implantar.
Este fenómeno se inicia, normalmente, entre 5 y 7 días después de que se haya producido la ovulación. Sin embargo, pueden ocurrir casos en los que la ventana de implantación se encuentre desplazada y no se produzca en esos días concretos, derivando esto en un problema de infertilidad.
La receptividad endometrial es esencial para lograr el embarazo, pues aunque consigamos embriones de muy buena calidad, si se transfieren en un momento inadecuado del ciclo, probablemente se produzca un fallo de implantación.
El test de receptividad endometrial o test ERA es una prueba que consiste en analizar la expresión genética del endometrio para determinar si se encuentra o no en estado receptivo.
Este tipo de estudios se han desarrollado con el propósito de coordinar al máximo la transferencia embrionaria con el momento de mayor receptividad endometrial. De esta forma la probabilidad de embarazo es mucho mayor.
¿Demasiadas pruebas o muy pocas? Muchas pacientes no están conformes con las pruebas de fertilidad que les piden y esto les genera inseguridades y dudas.
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Principalmente, las mujeres que obtendrán beneficios del test ERA son aquellas que han tenido fallos de implantación repetidos después de FIV a pesar de tener embriones de buena calidad.
Numerosos estudios han demostrado que 3 de cada 10 pacientes de reproducción asistida tienen una ventana de implantación desplazada.
Cabe destacar que en el caso de la FIV con óvulos de donante, la paciente también puede no conseguir el embarazo si su endometrio no está receptivo en el momento de la transferencia embrionaria.
Los mismo ocurre con la pacientes que realizan un ciclo de FIV con diagnóstico genético preimplantacional (DGP) para analizar genéticamente los embriones. A pesar de transferir embriones sanos sin alteraciones genéticas, puede ocurrir un fallo de implantación si el endometrio no es receptivo.
Por ello, las pacientes de ovodonación y DGP también pueden ser candidatas para el test ERA.
Para llevar a cabo el test de receptividad endometrial, es necesario hacer una biopsia endometrial a la mujer y obtener una muestra de tejido del endometrio.
Aunque la obtención de la biopsia es sencilla, puede producir ciertas molestias durante su realización. A pesar de ello, no es necesario entrar a quirófano ni aplicar anestesia, pues se puede realizar en consulta.
Una vez recolectado el tejido endometrial, se deposita en un recipiente adecuado y estéril, y se mantiene a bajas temperaturas hasta que es procesado.
Cuando se realiza el primer test ERA, lo adecuado es realizar la biopsia endometrial en el momento en el que teóricamente debería comenzar el periodo de la ventana de implantación.
En un ciclo natural, este periodo comienza en el día 21, lo que se conoce como el día LH+7.
Esta expresión viene dada por el momento en el que se produce, en el ciclo menstrual, el pico de la hormona LH. Esta hormona desencadena la ovulación y con ella empiezan a aumentar los niveles de progesterona que permitirán el cambio del endometrio de un estado no receptivo a receptivo.
Por tanto, para la obtención de la biopsia, se dejarán pasar 7 días desde el pico de LH, momento en el que, en teoría, el endometrio ya sería receptivo.
Por otra parte, en un ciclo sustituido en el que la mujer esté tomando medicación hormonal para la preparación endometrial, la biopsia se practicará 5 días después de comenzar la administración de progesterona, es decir, en el día P+5.
Las características que diferencian un endometrio receptivo de uno no receptivo pueden identificarse por ecografía o analizando el propio tejido bajo el microscopio.
Estos detalles característicos que denotan que el endometrio se encuentra en un estado de receptividad son los siguientes:
No obstante, la determinación de la receptividad endometrial mediante la observación directa del tejido puede no ser del todo precisa. Por ello, se han desarrollado herramientas moleculares como el ERA test con las cuales se obtienen resultados más fiables.
Gracias a los avances científicos y tecnológicos en el campo de la genética, ha sido posible identificar la expresión de ciertos genes clave para que un endometrio alcance el estado de receptividad.
Entre los muchos genes analizados, se ha encontrado que la expresión de 248 genes es vital para calificar a un endometrio de receptivo.
Por tanto, el ERA Test consiste en identificar qué genes se están expresando en la muestra de endometrio de la paciente y compararlos con los 248 genes que se han identificado como marcadores de receptividad endometrial.
Una vez analizada la muestra endometrial mediante la comparación genética, el resultado del test ERA podrá ser:
Por tanto, si el endometrio no está receptivo, el especialista decidirá aplazar la transferencia embrionaria puesto que no tendría un resultado positivo. En cambio, si el resultado del test ERA aporta receptividad endometrial, entonces el especialista comenzará con la preparación del endometrio para que adquiera las características idóneas para la implantación embrionaria.
Tanto si el test de receptividad endometrial muestra un resultado receptivo como si no, la transferencia embrionaria debe aplazarse hasta, al menos, el siguiente ciclo. El procesamiento de la muestra y la obtención de los resultados pueden tardar unos días, por lo que el periodo de ventana de implantación de ese mismo ciclo se perdería.
Ello obliga a tener que congelar los embriones obtenidos en la FIV hasta el momento de la transferencia.
En caso de haber obtenido un resultado receptivo, se planificará la transferencia de embriones congelados para el siguiente ciclo, exactamente en el mismo día en el que se practicó la biopsia endometrial.
Si por el contrario, el resultado obtenido del test ERA es no receptivo, se planificará de nuevo la biopsia endometrial en un día diferente al que se realizó la primera vez para repetir la prueba. Esto conlleva tener que mantener los embriones congelados durante más tiempo y aplazar de nuevo la transferencia para más delante.
El test de receptividad endometrial ha demostrado ser una herramienta muy útil a la hora de aumentar las tasas de éxito en los ciclos de reproducción asistida.
Como ya hemos indicado, su alto beneficio se ha visto comprobado en mujeres con fallo de implantación repetitivo en tratamientos de FIV. En muchos casos, tanto el grosor endometrial como la calidad de los embriones a transferir son óptimos, pero no se produce la implantación porque no se transfiere en el momento del ciclo adecuado.
El test ERA, por tanto, permite identificar con precisión el momento del ciclo más propicio para transferir los embriones y poder conseguir el embarazo.
Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta en este vídeo qué es y en qué consiste el test ERA de receptividad endometrial.
Tal y como dice Silvia:
La receptividad endometrial es esencial para lograr el embarazo, ya que, aunque se consigan embriones de muy buena calidad en un ciclo, si se transfieren en un momento inadecuado, probablemente se produzca un fallo de implantación.
El Array de Receptividad Endometrial (ERA) es un novedoso test diagnóstico que permite estudiar el endometrio para determinar si se encuentra en las condiciones adecuadas para la implantación embrionaria. De esta manera, podemos personalizar la transferencia de los embriones, realizándola en el momento más adecuado para cada mujer.
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El test de receptividad endometrial nos informa sobre qué momento exacto es el idóneo para realizar la transferencia embrionaria (número de horas concretas de administración de progesterona). La ventana de implantación puede estar alterada a pesar de haber tenido una gestación evolutiva normal en el pasado.
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El coste del test de receptividad endometrial suele oscilar en torno a los 350-600 euros, aunque es cierto que puede haber diferencias entre las diferentes clínicas de fertilidad.
Por ello, es fundamental solicitar un presupuesto personalizado en la primera visita a un centro de fertilidad, en el que se incluya el coste de las técnicas complementarias y análisis adicionales.
La ventana de implantación es el periodo de tiempo en el que el endometrio presenta las condiciones óptimas para que la implantación embrionaria sea posible. Este periodo suele darse entre los días 20 y 24 de un ciclo menstrual de 28 días.
Para maximizar las posibilidades de embarazo, la transferencia embrionaria en un tratamiento de reproducción asistida debe realizarse en el momento óptimo dentro de la ventana de implantación, cuando el endometrio es más receptivo;
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Tal y como nos dice el Dr. Guillermo Quea Campos, codirector médico y ginecólogo de Pronatal Fertility Clinics, en este vídeo:
Para saber si el endometrio no es receptivo, tenemos que hacer una prueba anterior que es el estudio de receptividad endometrial. Si este estudio de receptividad endometrial nos indique que el endometrio es receptivo en el momento que transferimos, pre-receptivo o post receptivo, tendremos que adecuar las horas de progesterona que tenemos que dar para poder hacer la transferencia según lo indicativo del estudio que vayamos a hacer.
No, para la obtención de la biopsia no es necesaria la práctica de una intervención quirúrgica, pues simplemente mediante una cánula se puede tomar una muestra de tejido del fondo uterino.
Un buen descanso, comer de forma equilibrada y una práctica deportiva moderada ayudan a mejorar los niveles de estrés. Si nos encontramos en épocas de muchos nervios, se pueden ver alteradas la circulación sanguínea y la función hormonal que tan importantes son para un buen desarrollo endometrial.
A nivel farmacológico también se puede mejorar el crecimiento del endometrio mediante la aplicación de hormonas. Sin embargo, este tratamiento debe estar siempre supervisado por un médico especialista.
Marta Barranquero, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta en este vídeo el significado de la ventana de implantación desplazada:
La ventana de implantación es el término que se utiliza para hacer referencia a ese periodo de tu ciclo menstrual en el cual tu endometrio se encuentra receptivo, es decir, que posee las características idóneas para favorecer la implantación embrionaria y, por lo tanto, el embarazo. Lo más habitual es que la ventana de implantación ocurra entre el quinto y séptimo día después de la ovulación, es decir, en torno al día 19 y el día 21 de tu ciclo menstrual.
Esto es lo normal, pero es verdad que hay ocasiones en la que la ventana de implantación está desplazada. Esto significa que tu endometrio se encuentra receptivo en un momento diferente del ciclo menstrual.
Por ello, existen pruebas de receptividad endometrial capaces de identificar esta ventana de implantación y determinar de este modo el mejor momento para hacer la transferencia embrionaria.
No, desgraciadamente el test de receptividad endometrial no es siempre la solución a los casos de fallo de implantación.
En ciertas ocasiones sí se descubre, gracias al test ERA, que la ventana de implantación de la paciente está desplazada y por tanto una mala receptividad endometrial era la causa del fallo. Sin embargo, existen otros muchos casos que no se deben a que la transferencia se esté realizando en un momento inadecuado del ciclo.
Las causas del fallo de implantación pueden ser muy dispares y no todas se pueden identificar con el test de receptividad endometrial.
Si quieres informarte mejor de qué es el endometrio y cuál es su papel a la hora de conseguir el embarazo, no puedes perderte el siguiente artículo: ¿Qué es el endometrio?
También puedes saber más sobre la implantación, sus fases y otras curiosidades en el post siguiente: ¿Qué es la implantación del embrión y cuándo se produce?
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