El parto en el agua es una forma natural de traer niños al mundo que se inició en los años 70. El contacto con el agua cálida y la relajación que esta provoca, disminuye el dolor de las contracciones uterinas típicas del parto y hace desaparecer el efecto de la gravedad.
Las mujeres que han pasado por esta experiencia de parto por inmersión en agua parecen recomendarla y la califican como distinta, irrepetible y menos traumática. Sin embargo, el parto en el agua no está recomendado en todas las situaciones.
La opción de parto en el agua no requiere de preparación previa, pero sólo se autoriza en embarazos de bajo riesgo. En España existe centros especializados que realizan este tipo de partos, e incluso algunos hospitales públicos dan la opción. Otra manera es dar a luz en una bañera en casa, pero siempre asistido por especialistas.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
El momento del parto se puede dividir en tres fases: dilatación, expulsión y alumbramiento. En el caso de que se vaya a aplicar hidroterapia para dar a luz en una bañera o una piscina, es importante que la mujer no tenga ninguna contraindicación médica y que el embarazo haya llegado a término, es decir, a la semana 37-42, entre otros requisitos.
A continuación, se detallan el proceso para dar a luz en el agua:
Cabe destacar que todo el proceso de parir en el agua debe estar supervisado por personal sanitario en todo momento. Además, la bañera utilizada para el alumbramiento debe estar limpia.
El parto en el agua supone algunas ventajas en comparación al proceso de parto convencional. A continuación, se enumeran algunos beneficios del parto por inmersión en agua:
Pese a todas estas ventajas del parto en el agua, esta forma de dar a luz no es una opción para todas las mujeres. Por ello, siempre se debe consultar si se desea parir en el agua para evitar posibles riesgos maternos y fetales.
Como hemos comentado anteriomente, no siempre es posible dar a luz en una bañera, en una piscina, o en definitiva en el agua. Por ejemplo, el parto en el agua no está indicado en aquellas mujeres con alguna patología como diabetes o problemas de corazón. Del mismo modo, si es un embarazo múltiple, la placenta está baja o es un parto prematuro tampoco está recomendado dar a luz por inmersión en agua.
Otras situaciones en las que el uso de la hidroterapia para el parto está contraindicada son las siguientes:
Aunque el parto en el agua tiene una serie de beneficios, también se asocia a algunos problemas:
Por tanto, el parto en el agua no está exento de riesgos. Por este motivo, la hidroterapia solo se usa en la fase de dilatación activa y siempre bajo supervisión médica.
Se trata de un tipo de alumbramiento en el que la mujer da a luz con la mitad inferior de su cuerpo sumergida en agua caliente. Esto favorece la relajación y, por tanto, hace que el parto sea más fácil para muchas mujeres. Además, el paso del vientre materno al exterior es más gradual y menos traumático para el bebé, el cual quedará envuelto por el agua caliente durante sus primeros segundos de vida.
Es importante destacar que no todos los partos pueden darse bajo el agua, pues en algunas condiciones puede resultar contraindicado. Por este motivo, es fundamental consultar siempre con el médico el deseo de dar a luz por inmersión en agua.
Para llevar a cabo este tipo de parto, es necesario que la dilatación uterina haya alcanzado los 3-5 cm. Si la mujer se mete en el agua demasiado pronto, las contracciones pueden ralentizarse. Sin embargo, cuando la dilatación ya es activa, el agua acorta la duración del parto.
Se recomienda que la madre no esté más de dos horas dentro del agua, ya que esto podría relajarla demasiado y complicar la expulsión del feto.
Cuando se va a producir el parto por inmersión en una bañera o en una piscina es importante que la embarazada se siente en ella y que el agua le cubra hasta los hombros. Este agua debe estar totalmente limpia y no contener ningún tipo de jabón ni aceite esencial.
Durante el trabajo de parto en el agua, la mujer puede hidratarse sin problemas. Además, la embarazada no permanecerá más de dos horas consecutivas en el agua.
En este sentido existe una gran controversia. En cualquier caso, a pesar de la poca evidencia y la gran variabilidad de los estudios*, la conclusión más aceptada es que el agua puede favorecer la dilatación por reducir el dolor, pero no el parto. De hecho, muchos estudios indican que el parto propiamente dicho en el agua podría resultar arriesgado para la salud del bebé.
*Con “variabilidad de los estudios” nos referimos a que hay condiciones y aspectos muy variantes como la temperatura del agua, la profundidad y el momento de la inmersión, etc.
Si te gustaría saber más información acerca del parto natural, te invitamos a leer este artículo: El parto natural: el proceso paso a paso, ventajas y desventajas.
Si lo que te interesa es saber si es mejor dar a luz de manera natural o mediante una cesárea, entonces te recomendamos acceder al siguiente enlace: ¿Es mejor el parto natural o la cesárea? - Ventajas y desventajas.
Hacemos un gran esfuerzo para ofrecerte información de máxima calidad.
🙏 Por favor, comparte este artículo si te ha gustado. 💜💜 ¡Nos ayudas a seguir!
Cluett ER, Burns E, Cuthbert A. Immersion in water during labour and birth. Cochrane Database Syst Rev [Internet]. 2018 [citado el 21 de octubre de 2022];5(5):CD000111 (Ver)
Iriondo Sanz M, et al. Atención del parto en el agua. Consenso de la Sociedad Española de Neonatología y de la Sección de Medicina Perinatal de la Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología. An Pediatr (Barc). 2014. http://dx.doi.org/10.1016/j.anpedi.2014.06.013 (Ver)
McIntosh J, Angela O’Neill. Guideline for the Management of Water Birth in the Community. Halton and St Helens Division NHS trust. June 2011 (Ver)
Zanetti-Dallenbach R, Lapaire o, Maertens A, Holzgreve W, Hosli I. Water birth, more than a trendy alternative: a prospective, observational study. Arch Gynecol Obtet. 2006 Oct; 274 (6): 355-65.