El desarrollo visual del bebé se establece de una manera progresiva comenzando cuando todavía es un feto. Este desarrollo se inicia desde el momento en que se forman los ojos, allá por la novena semana del embarazo, hasta la formación de los párpados que le permite cerrarlos.
Cuando se produce el nacimiento del bebé, es normal que los bebés no vean bien o incluso no vean prácticamente nada. Por ello, no hay que preocuparse por esto, ya que los bebés recién nacidos necesitan un proceso de adaptación a la luz y de desarrollo visual.
Al principio, los recién nacidos únicamente verán formas de gran tamaño, rostros y colores que brillen. Conforme vayan pasando los meses, la vista del bebé alcanzará el mismo desarrollo que un adulto.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
Cuando tiene lugar el parto y el recién nacido sale a luz, es habitual que abra sus ojos. Sin embargo, en el transcurso de las horas siguientes al parto, es normal que el bebé permanezca con los ojos cerrados. Poco a poco el bebé comenzará a percibir distintos estímulos que harán que actúe la parte del cerebro correspondiente a la vista.
En un principio, dichos estímulos suelen ser sombras. Inmediatamente después, una de las primeras cosas que el bebé es capaz de percibir es el rostro de la madre, aunque nunca a una distancia mayor de 20 centímetros.
A lo largo del primer año de vida, la vista del bebé se va desarrollando a una gran velocidad. Cada mes que pasa, surgen nuevos eventos en la visión del bebé:
A continuación, se detallan las diferentes fases por las que pasa el desarrollo de la vista del bebé.
Cuando el bebé nace es altamente sensible a la luz intensa. Al impactar la luz brillante contra la retina, las pupilas disminuyen de tamaño. Por tanto, durante el primer mes de vida del recién nacido se produce la adaptación a la luz. Conforme se vayan desarrollando los tejidos oculares sensibles a la luz, el recién nacido comenzará a poder ver patrones.
Además, el bebé podrá focalizar los objetos y las personas que estén a su lado, pero su visión central continúa desarrollándose durante las primeras semanas. Sin embargo, al final del primer mes de vida, el bebé es capaz de enfocar la cara de las personas.
En el caso de los bebés prematuros que nacen antes de término, suelen tardar más tiempo y presentar una visión borrosa durante los primeros meses de vida. No obstante, el bebé irá mostrando un progreso con el paso de los meses.
A partir del primer mes de vida, el bebé comienza a ser capaz de percibir algunos colores o puntos de luz, aunque se dice que ve todo doble, ya que todavía no ha logrado la nitidez necesaria.
Los dos meses de vida comienzan a ser determinantes para la visión del bebé puesto que adquiere la capacidad para distinguir patrones de colores, especialmente el blanco y el negro, así como colores más vivos como el rojo y el verde. Sin embargo, será necesario esperar más tiempo para que el bebé sea capaz de diferenciar otros colores y tonalidades a medida que se vaya desarrollando su percepción visual.
La visión de los bebés con 8-10 semanas sólo alcanza entre los 30 y los 60 centímetros de distancia.
Algunos bebés de 2 meses son capaces de seguir aquellos objetos que se encuentran en movimiento. De este modo, el bebé puede perseguirlos con su vista, ayudando a mejorar su coordinación visual. Además, los juguetes que suelen estar colgados en la cuna son útiles para ayudarle a fijar la vista.
A partir del quinto mes de vida, el bebé será capaz de diferenciar tonos y colores similares, así como de conseguir ver objetos y personas a una distancia superior.
Otros eventos que tienen lugar en este momento es que el bebé será capaz de reconocer y recordar. También se produce el desarrollo completo de la precepción de profundidad, es decir, de ver las cosas en tres dimensiones y de valorar las distancias para diferenciar entre lejos y cerca.
Como hemos comentado anteriormente, el bebé ya tiene desarrollada su precepción de profundidad y a esta edad ya intentan ponerse o mantenerse se pie. Además, su cálculo de distancias ya está bastante avanzado, por lo que son capaces de agarrar objetos con ayuda de su dedo pulgar y su dedo índice.
Cabe destacar que la tonalidad de los ojos de los bebés a partir de los 9 meses de vida suele ser ya la definitiva. Pese a ello, algunos bebés sufren ligeras modificaciones con el paso del tiempo.
Como hemos podido ver a lo largo de este artículo, el sentido de la vista de un recién nacido se va desarrollando poco a poco con el paso de los meses. Por ello, estimular la visión del bebé es un trabajo de los padres para ayudar al pequeño en este proceso y que logre alcanzar su madurez visual.
Durante los tres primeros meses de vida aproximadamente, los bebés suelen percibir el contraste blanco y negro y en el segundo trimestre van añadiendo otros colores como el rojo y el azul.
Por ello, es recomendable para utilizar objetos con colores vivos para que distinga los contrastes y también que éstos tengan diferentes volúmenes y formas. De este modo, se favorecerá el desarrollo visual del bebé. Además, se aconseja que dichos objetos sean mostrados a una distancia de entre 25 y 30 centímetros.
Otros consejos para la estimulación del sentido de la vista en los bebés son los siguientes:
Por último, es conveniente que la primera revisión ocular del pequeño se realice una vez cumplidos los seis meses de vida con el fin de detectar posibles problemas si es que los hay.
El sentido de la vista de los recién nacidos va evolucionando poco a poco tras el nacimiento. Al principio, el bebé se adapta a la luz puesto que tiene una elevada sensibilidad a ella. Conforme se va desarrollando su retina, la cantidad de luz que le entra es mayor.
A partir del segundo mes de vida, el bebé es capaz patrones de colores como, por ejemplo, el blanco y el negro. Además, el bebé puede seguir objetos en movimiento con su mirada y va desarrollando su capacidad de ver objetos en tres dimensiones, así como de calcular distancias con el paso de los meses.
Normalmente, la visión del bebé está completamente desarrollada cuando tiene un 1 año y se puede comparar con la de un adulto.
Normalmente, los bebés comienzan a perseguir los objetos con su mirada entre los 2 y los 4 meses de vida. Además, es posible estimular este acontecimiento es utilizando juguetes de colores brillantes y moverlos en diferentes direcciones.
Puede ocurrir que en sus primeras semanas de vida el bebé presente los ojos no alineados y que uno actúe sin el consentimiento o la coordinación del otro. Este estrabismo en el bebé suele ser habitual hasta los cuatro primeros meses de vida y después se corrige.
Además, en ocasiones, es más una sensación de los padres dadas las características de las facciones del bebé. Sin embargo, si este estrabismo persiste es conveniente solicitar el consejo de un especialista.
Si quieres leer más información acerca de consejos para el cuidado de tu bebé, te recomendamos visitar el siguiente artículo: ¿Cómo deben ser los cuidados del bebé?
Además, si tu bebé tiene menos de 1 año y te interesa saber las pruebas convenientes a realizar, te invitamos a seguir leyendo aquí: ¿Cómo comprobar la salud del bebé en su primer año de vida?
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